C.3: La propuesta.

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Días después de lo sucedido con Zim, Dib volvió a su vida normal, aunque pensando en lo que había visto, con curiosidad dentro del aula de su escuela, se preguntaba si el alienígena accedería a la realización de su investigación; por lo que esa misma tarde iría a la casa de su némesis.

✿ ✿ ✿

—Gir, están tocando a la puerta, Gir ¡GIR! -Gritó Zim agresivamente.
—Sí jefecito, que abra Mini Alce.
—¡¡NO, YO TE DIJE A TÍ, H-A-Z-L-O!!

Sin quejarse, el robot fue a abrir la puerta y se encontraría con una sorpresa nada nueva, era el niño cabezón.

—Ugh, Dib ¿A qué se debe tu horrible visita, eh? -Preguntó Zim observando al humano con desaprobación.
—No creo que sea lugar para explicártelo, por favor déjame pasar, o lo hablamos aquí fuera, pero lejos de los oídos de Gir y Mini Alce.
—Pierdes tu tiempo. -Cesó conversación y posteriormente cerró la puerta en las narices del oji café.
—¡Zim, espera! Eh... ¿no recuerdas lo bien que la pasaste tocando tu segunda lengua? -Gritó desde fuera pegado a la puerta. —Lo que quiero es hablar sobre eso, por favor ¿sí?

Pregunta que convenció a Zim para retroceder y girar la perilla.

—Sí, lo recuerdo, Dib.
—Mira, sé que tú y yo no nos hemos llevado bien estos últimos años, pero tú perdiste a los más altos, quedándote sin motivos para conquistar la tierra, y tal vez así, descubriendo poco a poco esa sensación tú tengas motivos para, tal vez ver más allá de la guerra entre tu especie y la mía.

Ante varios minutos de silencio, el extraterrestre aceptó la extraña y candente propuesta del humano cabezón. Ahora lo que estaría por venir sería la intensa explosión de cosas y sensaciones nunca antes experimentadas para ambos.

Sexología Irken.Where stories live. Discover now