#40

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Molesta porque tus horas de sueño hayan sido interrumpidas de esa manera, subes al instante al sexto piso: Dicho lugar se encuentra completamente a oscuras, aunque la música de la radio de escucha allí con mucha mayor fuerza, casi dándote la impresión de que hay una fiesta dentro del departamento 601.

"¡Y yo que pensé que a los viejos no les gustaba la bulla!" piensas indignada, encendiendo la luz del pasillo.

— ¡Señora Muñoz! —Exclamas al tiempo que llamas a la puerta del apartamento de la anciana—. ¿Sería tan amable de bajar el volumen de su radio? ¡Algunas personas estamos intentando dormir!

No hay respuesta alguna a tu reclamo, aunque tú crees escuchar una serie de murmullos en medio de la música, los cuales son seguidos inmediatamente por un leve quejido...

No... Más bien se trata de un gruñido.

El gruñido furioso de un animal salvaje.

Si sigues llamando a la puerta, lee la parte #61.

Si regresas a tu departamento, lee la parte #46.

Ojos de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora