Armándote de valor, te acercas a las escaleras, pudiendo escuchar cada vez más cercanos los sollozos de una chiquilla conforme vas subiendo los peldaños que llevan al sexto piso, en el último de los cuales tú encuentras a una niña pequeña, quien trae consigo una muñeca rubia vestida de blanco.
— ¿Hola...?—inquieres temerosamente, atreviéndote a apoyar tu mano derecha sobre el hombro de la niña, la cual vuelve la mirada en tu dirección, dejando de llorar repentinamente.
— ¡Mami! —te dice, dándote un abrazo de forma repentina—. ¡Mami, has vuelto por fin!
—Yo...Yo creo que estás confundiéndome con otra persona...—afirmas, pero la chiquilla hace caso omiso de tus palabras, llevándote de la mano hasta el departamento #601, sitio que se encuentra completamente a oscuras.
— ¡Vamos, mami! Volvamos a casa... —te dice ella, sonriéndote con dulzura mientras te toma de las manos, y tú no sabes bien que es lo que debes hacer.
Si dejas que la niña te lleve al interior del departamento #601, lee la parte #25.
Si opones resistencia, lee la parte #83.
ESTÁS LEYENDO
Ojos de Cristal
Horror¡Qué muñequita tan preciosa era esa! Y esos dos ojos de cristal suyos casi parecían refulgir con un chispazo de vida propia...
