A eso de las tres y media de la madrugada, alguien llama repetidas veces a tu puerta.
"¿Pero quién diablos podría ser a estas horas?" te preguntas a ti misma, abruptamente despertada de tu sueño.
Asomándote por la mirilla de la puerta, no ves absolutamente a nadie. Pero los golpes siguen. Y al final, tu curiosidad termina ganando, haciéndote abrir la puerta.
Y lo que encuentras afuera es nada menos que esa misma caja de madera que el señor Ruiz dejó en el cuarto piso horas atrás...
"¿Quién la habrá traído de vuelta aquí?" te preguntas, sin que haya el menor rastro de alguna presencia en los alrededores.
Y es entonces cuando notas un charco de líquido rojo que brota de uno de los costados de la caja.
"Dios mío... ¿Acaso eso es...?" piensas con horror, no pudiendo sin embargo sentirte fuertemente tentada a ver qué es lo que hay dentro de la caja.
En cuanto levantas la tapa, te quedas muda de espanto al descubrir en su interior los restos descuartizados del señor Ruiz, cuyos ojos han sido reemplazados por otros de cristal, como los de una muñeca.
Pero antes de que puedas pegar un grito de terror ante tan espeluznante descubrimiento, una sombra aparecida repentinamente a tus espaldas te agarra con fuerza de la garganta comenzando a estrangularte, al tiempo que tanto las luces de tu departamento como la luz del pasillo se apagan por completo, dejándote en completa oscuridad mientras eres asesinada.
¡CRAC!
El sonido de tu cuello quebrándose es la última cosa que alcanzas a escuchar antes de morir.
FIN
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