#135

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Dos días después, tú y el señor Ruiz se encuentran preparados para realizar su viaje a San Junípero, sitio en donde esperan encontrar nuevas pistas que les permitan develar finalmente la verdad detrás del asesinato de la señora Muñoz.

—Necesitaremos contratar un vehículo especial que nos transporte hasta ese lugar... —te comenta el señor Ruiz—. Según el informe enviado por mi colaborador, la zona en donde se encuentra ese pueblo fantasma se ha vuelto casi totalmente inaccesible durante las últimas décadas, pero todavía hay algunas personas dispuestas a llevarte hasta allá, siempre y cuando estemos dispuestos a pagar lo que nos pidan...

—Y ese colaborador suyo, ¿No podría llevarnos él mismo hasta San Junípero?

—Él vive en el extranjero, señorita...En Norteamérica, para ser más precisos. Es algo así como un detective paranormal aficionado, llamado Guy Sylvan... ¿No ha oído usted hablar de él?

—No, para nada... —repones, encogiéndote de hombros.

—Hace un par de meses que lo agregué a mi lista de contactos en Facebook. Parece ser un sujeto bastante amable, aunque un tanto excéntrico. Esa fotografía que le mostré esa otra noche pertenecía a su abuelo, quien también se dedicaba a la investigación de fenómenos paranormales...

"Y tan buen investigador era que no pudo resolver ese caso por aquel entonces..." no puedes evitar pensar, de forma un tanto sarcástica.

—El abuelo de Guy Sylvan tenía asimismo un gran interés por las culturas mesoamericanas, particularmente por sus mitos y folclore. Para él, muchos de los indicios concernientes a la misteriosa muerte de Gualterio Fernández y de sus familiares eran prueba de la existencia de los seres sobrenaturales que comúnmente conocemos como nahuales...

— ¿Nahuales? ¿Se refiere a esa leyenda de brujos que se convierten en animales? Pero eso sería...

—Una completa locura, ya lo sé. Y sin embargo, todo indica que tal es la criatura con la que estamos lidiando aquí...Una bestia sobrenatural, cuya maldad ha sido capaz de perdurar desde quien sabe cuándo...

— ¿Cree usted que nosotros seremos capaces de ponerle fin a ese mal sobrenatural?

— Eso espero, señorita. Aunque de momento al menos, es demasiado pronto para que pensemos en asumir un enfrentamiento directo con ese monstruo. Lo primero será conocer a nuestro enemigo a fondo...

—Y para eso vamos a San Junípero...Pero todavía usted no me ha dicho como llegaremos allí, señor Ruiz...

—Por fortuna para nosotros, Guy Sylvan me brindó el nombre de un viejo conductor que le ayudó a acceder hasta un poblado remoto al norte del país para investigar un supuesto caso de posesión demoníaca...Sólo necesitamos ir donde ese hombre, y él nos transportará hasta allá...

La casa de aquel viejo conductor se encuentra de hecho en un poblado aledaño, a varios kilómetros de la ciudad. Para cuando llegan a dicho lugar ya es de noche, estando cerrados la mayor parte de los establecimientos locales.

—Disculpe... —le dice el señor Ruiz a uno de los pocos transeúntes que todavía quedan por esas horas—. Estamos buscando a un hombre llamado Rogelio Herrera... ¿Sabe usted donde podríamos ubicarle?

—Si le conozco —repone el aludido—. Pero es un poquitín tarde para ir a hacerle una visita al viejo Rogelio, ¿No les parece? Si quieren mi consejo, les diría que mejor pasen la noche en el pequeño hostal donde trabajo, y mañana temprano yo mismo les guiaré hasta la casa del hombre que buscan...

Si insisten en ir a la casa de Rogelio Herrera ya mismo, lee la parte #148.

Si pasan la noche en el hostal, lee la parte #144.

Ojos de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora