X. La verdad

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— Cállate Eros, cállate. —demandó Circe al punto de casi golpearlo.

— Ya me callé, ya me callé. —suplicaba el dios menor.


Mientras tanto, en medio de la sala Nico trataba de recuperarse al igual que Will.

Segundos después apareció un rayo de luz que cayó sobre el trono de Zeus y el dios se materializó. Parado frente a ellos estaba Zeus y con un chasquido de dedos aparecieron en una cortina de humo morado el resto de los dioses.

— Odio cuando tu hijo viene y nos salva. —Zeus se quejó mirando de reojo a Poseidón.

— De hecho... Yo no hice nada. —miró a Nico.— Fueron ellos, mis compañeros.. Y también los dioses menores. Fuimos todos.


El dios del rayo tocó su sien y suspiró.

— Espero nos des una gran explicación Jackson... —miró después a sus gemelos, Apolo y Artemisa.— Y ustedes también.









(...)


Percy, Apolo y Artemisa trataron de resumir todo lo que pudieron. Los gemelos le explicaron a su padre cómo Nyx los había secuestrado y encerrado dentro de unas figuras. Percy explicó como dos de sus compañeros desertaron en combate.

Zeus los miraba con una mueca entre sorprendido, interesado y aburrido. Terminando la explicación miró a sus demás compañeros dioses.

— Veo que -de nuevo- nos han salvado el culo.

— Se dice gracias. —gruñó Circe.

— Sé grosera con tu madre, no conmigo. 



Hécate sonrió saludando a su hija de lejos en su trono.

— Bien, supongo haremos una celebración en su honor. —chasqueó los dedos, haciendo aparecer algunas criaturas mágicas para la organización.


Will se separó de sus compañeros para ir con su padre Apolo, quien lo felicitó por su gran trabajo. Nico se fue a deambular en los pasillos encontrándose con Hades, su padre.
Se miraron por unos segundos, se notaba frío y severo como siempre, una capa negra que empezaba en los hombros y terminaba arrastrando en el suelo lo hacían ver aún más imponente. Hades se acercó y sonrió a su hijo.

— Hiciste un gran trabajo, hijo. —lo tomó de los hombros y se fundió en un abrazo sincero.

Nico sonrió levemente aceptando la muestra de cariño de su padre, sintiendo la calidez y verdad en sus palabras y acciones. Percy miraba al resto de los dioses y criaturas organizar y decorar el lugar, una sonrisa triste se dibujaba en su rostro.

Sintió una mano posarse en su hombro y del susto dio un sobresalto encontrándose con unos ojos iguales a los suyos.

— P-Papá.

— Felicidades por tu trabajo, Percy. Lo hiciste muy bien. —rodeó su brazo alrededor de sus hombros.

— Por algo me dicen el héroe del Olimpo. —rió pero desvió la mirada. Poseidón suspiró.

La Poción de Circe (Percico)Where stories live. Discover now