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El día más esperado por YongBok en esos días había llegado, lo supo apenas despertar ya que los últimos síntomas de su celo ya habían desaparecido listo para dejarlo libre por las próximas semanas.

Salió de la cama con una brillante sonrisa, arreglando esta antes de ir a su baño personal y asear su cuerpo de los últimos molestos rastros del lubricante natural. Pudo tararear una de las canciones que siempre estaba cuando iba con HyunJin, sonriendo felizmente mientras se vestía.

Era un buen día.

Al abrir la puerta de su habitación el aroma del alfa le golpeó en toda la cara y dejándolo aturdido ligeramente por unos segundos por lo intenso de este; sin tomarle mucha más importancia salió totalmente yendo hacia la sala de estar.

En el sofá se encontró a MinHo acostado de manera en la que lo ocupaba totalmente, el alfa se veía adormilado, su cabello desordenado, una pierna colgando del sofá mientras un plato con emparedados descansaba sobre su abdomen, parecía estar concentrado en un programa que se reproducía en el televisor.

Se acercó al alfa llamando su atención, la mirada de MinHo se veía sorprendida, era verdad que el omega desde que había llegado al departamento se había mantenido en un perfil bajo y algo desarreglado, pero en ese momento estaba más que resplandeciente.

Ambos recordaban la última conversación que habían tenido el día anterior sobre qué harían desde ahora, YongBok le había comentado que le gustaría buscar algún trabajo y terminar sus estudios, era un pequeño sueño que tenía y el alfa terminó por hacerle una propuesta.

Le ayudaría económicamente para comprar ropa y otras cosas, además que hablaría con un viejo conocido para ver si obtenía algo especial para YongBok. Solo debía iniciar otra vez.

— ¿El infierno terminó? —le preguntó el alfa con cierto deje de diversión en su voz.

— Soy libre hasta en dos meses —sonrió con felicidad, se sentía bien ahora sin el celo.

— ¿Quieres ir hoy por ropa? —asintió un poco apenado— Estos son para ti, iré a cambiarme —le entregó el plato de emparedados para levantarse del sofá.

YongBok olisqueó los emparedados antes de sentarse para iniciar a comer a pequeñas mordidas, aún no estaba del todo acostumbrado a comer cosas tan ricas todos los días. Una o dos veces al mes se permitía comprar algo más o menos caro que no sea de una tienda de conveniencia.

Se sentía un poco raro por el cambio que había dado su vida en solo una semana, de dormir en la calle a tener una cama cálida y de comer cosas un poco rancias a algo tan delicioso. MinHo apareció pocos minutos después cuando ya había terminado sus emparedados, YongBok limpió los trastos que había utilizado para después alcanzar al alfa en la puerta.

— No quiero estar sobre ti como un guarda espaldas maniático, así que te hago una propuesta —habló el alfa parando antes de abrir la puerta— No estás marcado y según lo que me dicen tienes un aroma muy dulce, para no tener problemas... ¿Podría marcarte con mi aroma? Es fuerte y creo que sería suficiente.

Lo pensó por unos segundos, asintiendo después de ello. MinHo se acercó lentamente para abrazarlo y de esa manera marcarlo con su aroma totalmente.

Solo durante unos segundos YongBok se quedó quieto disfrutando de la calidez del alfa antes que este se separara, secretamente no quería que se separara y así no dejar de sentirse de esa manera, los latidos de ambos sincronizándose de manera silenciosa.

— ¿Qué tipo de ropa te gusta, YongBok? —le preguntó el alfa a la hora de entrar al ascensor.

— Estamos a principios de otoño, quizás comprar algunas sudaderas y chándals —murmuró estando bastante pensativo.

— Me gusta eso, creo que también compraré algo para mí.

Llegaron al lobby del edificio, pasando rápidamente al auto de MinHo para poder ir hacia el centro. Una vez allí entraron a la primera tienda de ropa que encontraron, cada uno yendo por un lado distinto.

YongBok empezó a ver distintas prendas, por lo general le gustaba vestir con cosas de unas tallas más grandes, principalmente por la comodidad de vestir de esa manera. No pudo evitar fijarse en varias sudaderas y algunos pantalones.

Tomó los que más le gustaron y salió en busca del alfa, encontrándolo mirando pantuflas en forma de animales.

— Hyung —lo llamó consiguiendo inmediatamente su atención, MinHo miró la ropa que el omega tenia en manos antes de hablar.

— ¿Crees que es suficiente? Compra lo que necesites, no sé... ¿Pijama? —habló intentando no sonar tan duro, cosa que falló y notó cuando YongBok asintió sumisamente— Escoge algo para mí, lo que crees que se me vería bien —añadió cuando el omega se alejaba.

Soltó un pesado suspiro volviendo a prestarle atención a las pantuflas, en eso escucha una risita a su lado izquierdo. Aún con la pantufla con forma de patito en su mano volteó a ver, encontrando una sonrisa que conocía bien, negó con la cabeza y siguió con lo suyo, ahora escuchando la risa de la chica.

— El día que aprendas a tratar a omegas creo que la misma diosa luna bajará para darte dos palmaditas en la espalda —dijo la chica recostándose en la pared junto al alfa.

— Cállate ChaeYoung —la chica volvió a reír por la cara de indignación del alfa.

— A veces se me olvida lo cabezota que es tu lobo —pellizcó la mejilla de MinHo solo para hacerlo enojar, teniendo la mirada gatuna del chico sobre ella— ¿Puedo hablar con Dante?

MinHo rodó los ojos dejando que su lobo apareciera sin tener que cambiar de formas, cualquiera que mirara al chico en ese momento se sorprendería por el color de sus ojos, pero fuera de ello todo era normal.

— ¿Qué quieres? —el tono tan firme empleado por Dante le causó un escalofrío a la beta.

— Solo quiero saludar a mi lobito favorito —acarició el cabello de MinHo como si de un perro se tratara ganando un gruñido que en verdad no era peligroso.

— Deja de hacer eso y créeme que no seré yo el que te muerda —amenazó el alfa manteniendo la seriedad.

— Salvaje —se quejó a la par que MinHo volvía a tomar el control de su cuerpo. Hacer eso aún lo desorientada un poco, pero se iba acostumbrando— Tú y tu lobo son idénticos.

Los labios de MinHo no tardaron en curvarse para mostrar una sonrisa llena de burla dedicándosela completamente a la chica haciéndole saber que de hecho le gustaba parecerse tanto a su lobo.

— ¡Hyung! —YongBok volvió a aparecer, esta vez con una sudadera marrón claro en sus manos. Al llegar junto al alfa la enseñó completamente, era una suerte de sudadera de gatito que por alguna razón llamó la atención del omega, incluso tenía orejitas en la capucha.

ChaeYoung miró al alfa esperando que dijera algo tonto, que como siempre lastimara un poco los sentimientos del pequeño omega, en cambio MinHo la tomó luego de dejar las pantuflas en su lugar y se la probó, incluso colocándose la capucha para que se notarán las orejas.

YongBok sonrió contento con el aspecto que su elección le dio al alfa y dejándolo con eso volvió por lo que había estado seleccionando, buscar algo para el alfa había sido difícil.

Lee por otro lado se quitaba la prenda con toda la tranquilidad mientras la chica a su lado lo miraba con expresión sorprendida.

— Voy a demandarte por maltrato a tus amigos —se quejó haciendo reír entonces a MinHo.

Pasaron algunos minutos antes de estar en la caja registradora para pagar las prendas, mientras que MinHo no dejó que el omega viera cuanto era lo que debía pagar y solo le dejó algunas bolsas. Estarían bien durante ese otoño y ese invierno.

— ¿Quieres una hamburguesa antes de ir con mi amigo?

Broken TieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora