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— Deja de mirarme como su fuera un bicho raro —se rió el alfa al notar que de hecho desde que dejó a su lobo hablar con el menor este no dejaba de mirarlo como si tuviera una segunda cabeza.

Había dejado que Dante lo controlara por bastante tiempo dejando así que hablara con el omega y así conversaran cómodamente, aunque era consciente que en verdad se había convertido en un interrogatorio al lobo por parte del pecoso.

Dante se lo había tomado con gracia, le respondía al omega con bromas en varias situaciones que antes hubieran sido algún insulto solo eran risas y tonterías, se sorprendía de ello ya que no mentía cuando decía que su lobo muchas veces podía llegar a ser bastante insoportable con su manera de ser.

Ya estaban de vuelta en el departamento, entre broma y broma el tiempo pasó haciendo que cuando pisaran el departamento donde vivían ya estuvieran a unos cuantos minutos de que cayera la noche. Fueron a distintos lugares, incluso a visitar a ChangBin en su hogar encontrando a ese bajo alfa tirado en el sofá mientras resolvía un sudoku virtual como si fuera lo más interesante del mundo.

Ahora en su territorio cómodo ambos estaban en el sofá, mirando el televisor en donde una mala película se reproducía. En verdad no le prestaban atención, YongBok estaba más centrado en todo lo que había descubierto hoy por voz de Dante mientras que MinHo reía por la cara de concentración que el omega tenía.

Entendía a ciertas razones porque ese rostro de extrema concentración, Dante había soltado mucha información que él no se hubiera atrevido a decir, vamos que ahora YongBok conocía hasta las razones por las que MinHo no había reaccionado al estar días enteros encerrado en el mismo departamento cuando el menor estaba en pleno celo.

La pregunta había sido simple «¿Cómo son sus celos?» la respuesta lo fue aún más «No tenemos» pero la explicación entre esas dos preguntas fue extensa.

Una conversación con un tono tanto pícaro como algo subido de tono, Dante con comentarios ingeniosos logró sacar el lado pervertido de YongBok, descubriendo pequeñas cosas sobre el omega y sus gustos, revelando cosas de MinHo por el camino.

Una conservación que no hubieran tenido dos personas normales mientras uno de ellos comía un helado y el otro simplemente miraba el celular.

— Entonces Hyung... ¿Escuchó todo lo que Dante me dijo? — MinHo asintió notando que las mejillas del pecoso se tornaban un poco más rojizas— ¿Es verdad que nunca ha estado con un hombre?

Inconscientemente la creciente confianza entre ellos con esa conversación salió disparada a niveles insospechados. No sabían en qué momento llegaron a traer a ese tema, pero ahí estaban otra vez. Ahora MinHo teniendo el control de su propio cuerpo.

— Seriamente no, mis celos no me han ayudado este último año —se estiró para tomar un puñado de palomitas, le gusta mucho lo salado— ¿Qué me dices de ti, cachorro?

— ChangBin hyung es guapo —dijo intentando provocar al alfa, cosa que logró en segundos.

— ¿En serio dijiste eso? —la cara de desconcierto de MinHo fue digna de una fotografía— ¿Es más guapo que yo? —cambió su pregunta llevando más palomitas a su boca.

Yong pudo ver un pequeño destello rubí en los ojos de MinHo, tanto el alfa como el lobo estaban haciendo esa pregunta.

— ¿Por qué tanto interés, hyung? —se burló YongBok mirando hacia la pantalla, MinHo solo pudo soltar un bufido y volver hacia la pantalla para ignorar las risitas que Bok dejaba salir— Hyung~

El mayor no volteó ante ese llamado, perdiéndose el puchero que el omega hizo al ser ignorado. MinHo no entendía por qué decidió ignorar al omega, solo seguía los mandatos —gritos en verdad— que Dante le daba por ese comportamiento de un pequeño cachorro.

La película por lo que veía se trataba sobre una mujer que tenía una casa en la que dejaba que adolescentes hicieran fiestas a su antojo para luego revelar su verdadero plan, no era la gran cosa pero a decir verdad para ignorar al omega estaba más que bien, aún si Dante solo lo regañaba por hacerlo.

Cuando se había metido completamente en la película, entendiendo poco a poco la historia. Se había acomodado de manera en la que la mayoría de su cuerpo ocupaba el sofá, teniendo las piernas del omega entre las suyas por estar en la misma posición.

Por estar tan concentrado en la película no notó cuando YongBok cambió de formas, haciendo que el pequeño lobo blanquecino se escabullera hasta encontrar la manera de estar entre los brazos del alfa.

Este al principio se asustó al sentir al animal llegar de la nada, pero luego notó que se trataba del cachorro blanco de YongBok. Dejó que animal se moviera sobre él hasta que encontrara una forma cómoda de usarlo como almohada.

Lee se acomodó completamente en el sofá y dejándose hacer por el lobo, el cual no dejó de moverse hasta que se encontraba totalmente cómodo y acurrucado contra el alfa.

— Hola cachorro —acarició el espeso pelaje del lobo, la cabeza del animal se frotó en el pecho de MinHo en un acto para demostrar afecto— ¿Por qué tan cariñoso? ¿eh?

Tenía razones para llamarlo lobezno o cachorro. El tamaño de su cuerpo es pequeño a comparación, se asemejaba al cuerpo de un lobezno adolescente listo para salir a correr mil millas sin cansarse.

Cuando el cachorro dejó de moverse fue porque notó que el alfa lo estaba mirando en silencio, dejó caer su cabeza sobre el pecho de este cerró los ojos, sin saber que el alfa aún lo miraba.

De fondo un rayo iluminó la cuidad causando que el cuerpo del lobo se colocará tenso y sus orejas se levantarán en alerta. MinHo sabiendo lo que pasaba rápidamente inició a acariciar la zona que había notado era la favorita del lobo.

Intentó abrazarlo, acariciando de paso su lomo para calmarlo. Sintió como la peluda cola del omega dejó de golpear el sofá, al voltear a ver al lobo lo encontró dormido entre sus brazos. Cuando planeó como levantarse y así poder ir por algo de agua sintió que el peso del lobo incrementaba extrañamente en segundos.

No pudo mover mucho la cabeza ya que la cabeza de YongBok no lo dejaba, sentía la respiración del chico en su cuello y como las manos de este se aferraban a un costado de la camiseta que llevaba puesta cuando los truenos rompían el silencio.

Resignado cerró los ojos mientras acariciaba el cabello castaño del omega para intentar relajarlo y que pudiera dormir en paz mientas fuera se desataba una tormenta al parecer mucho mayor que la del día anterior. 

Broken TieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora