Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
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Un año precisamente había pasado desde que Tsukino Ruri llegará sorpresivamente a la finca donde vivía el líder de la asociación de cazadores de demonios, Ubuyashiki Kagaya. Una vez que hablaron y logró explicar su origen y posibles deseos debía tomar el camino de un cazador para así hallar su propio camino, pero ¿qué sucedió en ese año?
— Un año... ¿quizás fui muy imprudente? —se reprochaba Ruri en su habitación.
— No creo que sea de esa forma, de seguro lo logras —le animó Hinaki
— Hinaki... ¡gracias! —Ruri se sentía muy agradecida con ella, pues la pequeña se había convertido en un gran apoyo— ¡no importa que suceda en un año lo lograré!
Ruri sabía que no debía ser confiada, sin embargo deseaba tomar las cosas con la mejor energía de positivismo, incluso si en esos momentos tenía ante si a dos cultivadores de alientos. Urodaki Sakonji, antiguo pilar de agua y cultivador; Jigoro kuwajima, antiguo pilar del trueno y cultivador
Una última persona ingresó en la habitación causando gran sorpresa en la joven, pues se trataba de Rengoku Shinjuro, antiguo pilar de la flama. Por alguna razón sentía que estaba molesto y no muy a gusto de estar en aquel lugar, pues debería ser Rengoku Kyojuro su hijo y actual pilar de la Flama, quien le enseñara
"Él es un pilar, no puede saber sobre mí"
— Ruri-san, te presento a tus maestros —habló Ubuyashiki tan sereno como siempre— les he explicado la situación, así que ellos te entrenarán para ver que aliento puedes dominar
— Lo siento, pero ¿realmente podemos confiar en ella? —inquirió Shinjuro sin rodeo alguno, mientras los dos cultivadores se limitaban a observarle
— Usted debe ser Rengoku-san, me llamo Tsukino Ruri —soltó la joven con una expresión seria— la confianza es algo que uno debe ganarse, pero al final quien tomara la decisión de creer en mi o no, es usted mismo
— Al menos eres buena para hablar —se burló el hombre con evidente sarcasmo
— Es una alegría poder hacerlo, al menos vivo enfrentado la realidad sin desechar los ideales de otros, será grosero pero conozco mucho sobre en lo que a usted respecta
— ¿Es así? ¿qué es lo sabes niña? —le provocó el hombre restandole importancia
— ¿Está seguro? —cuestionó Ruri en un gesto inocente— es probable que lo que diga no sea de su agrado...
— ¡Ja!—se burló Shinjuro— adelante, ponme a prueba "niña"
— Si es así es como quiere que sean las cosas, está bien —la joven no dudaría ni tendría piedad— Rengoku Shinjuro, antiguo pilar de la Flama, perdió a su esposa así como su pasión por proteger a otros. Tiene dos hijos, Rengoku Kyojuro y Rengoku Senjuro
