Capítulo 46 Akamoto Tsuyoshi ꪜ

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Todos tenemos días buenos y malos, sin embargo él no recordaba si había tenido alguno de ellos, no había nada en sus memorias, siendo solo su alma la que parecía querer aferrarse a su cuerpo, sin embargo ese día de invierno

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Todos tenemos días buenos y malos, sin embargo él no recordaba si había tenido alguno de ellos, no había nada en sus memorias, siendo solo su alma la que parecía querer aferrarse a su cuerpo, sin embargo ese día de invierno. Uno muy frío y crudo y que a cualquier persona normal le hubiera parecido malo y preocupante, para Tsuyoshi fue el día más feliz de su vida porque ella le encontró

Al parecer la noche anterior había nevado tanto que todo a su alrededor se había cubierto de una fina capa blanca y pura, pero a sus ojos él completamente tirado sentía que hacia un total contraste con aquel bonito paisaje. ¿Por qué estaba echado en la nieve perdiendo el tiempo? No tenía una respuesta para ello, sin embargo era consciente de que debía encontrar algo o a alguien, pero ¿qué debía ser?

Por eso se había mantenido así, intentando recordar ya que vagamente recordaba que alguien le había dicho que uno piensa mejor con la cabeza fría. Probablemente él estaba exagerando esto último al quedarse bajo la nieve, sin embargo tampoco podía recordar como había llegado a ese lugar en primer lugar

"¿Acaso me habían abandonado?"

Era obvio que quedándose allí no iba a resolver nada, por lo que se apresuró a levantarse, pero no pasó mucho para que el frío le calara por sus huesos y es que no había caído en cuenta de que estaba descalzo e incluso sus dientes castañeaban ligeramente, ya que solo llevaba puesto un largo camisón oscuro y gastado

Por suerte aquella prenda le llegaba hasta los tobillos, así que no se sentía tan descubierto, sin embargo si una persona hubiera llegado a verle en ese estado, de seguro hubiera pensado que aquel infante era la viva imagen de la miseria y la muerte. Estaba cansado, pero algo le impulsaba a seguir moviéndose pese al frío

"Debo hallarlo..."

Ya había perdido la cuenta de cuantas veces se había repetido eso en su cabeza y obligándose a arrastrar sus pies desnudos sobre la nieve vagó por las estrechas calles vacías hasta que se vio forzado a detenerse pues sus pies estaban sangrando, si a eso le sumaba el hambre, frío y cansancio que sentía no le sorprendería llegar a morir en cualquier momento

— Disculpa... —habló una voz femenina a sus espaldas— ¿te encuentras bien? ¿qué haces caminando bajo la nieve? —le cuestionó enseguida atrayendo la atención del menor, quien pudo ver se trataba de una jovencita envuelta en un cómodo abrigo con bufanda, llevaba también botas y un paraguas

— ¿Q...Quién eres? —balbuceó como pudo ya que sus dientes seguían castañeteando, sus manos estaban tan pálidas que incluso podía apreciar un color azulado

— ¡Pero si te estás congelando! —exclamó la muchacha visiblemente preocupada mientras se quitaba su abrigo para colocárselo al pequeño— incluso tus pies están heridos ¿por qué seguiste caminando?

𝙁𝙪𝙚𝙜𝙤 𝙚𝙣 𝙩𝙪𝙨 𝙊𝙟𝙤𝙨 - 𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤 ꪜWhere stories live. Discover now