Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
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Los primeros rayos del sol comenzaron a filtrarse por las ventanas de la finca de la Mariposa llegando a molestar un poco a la joven cazadora que intentó moverse para poder escapar de aquella luz, sin embargo le resultó imposible pues algo parecía estar abrazándola y eso llegó a confundirla pues solo recordaba haber hablado con Kyojuro...
Exacto, ella había acudido a su habitación la noche anterior y luego de haber llorado hasta cansarse él muy amablemente le había cedido su cama. Ruri temía abrir sus ojos conforme iba recordando más y más, sin embargo no podía fingir dormir toda la vida así que de a poco los fue abriendo solo para encontrarse primero con unos mechones rubios y puntas rojas
Su respiración comenzó a agitarse al igual que su cuerpo al sentir un brazo que mantenía agarrada con fuerza su cintura, aunque si hablamos de Rengoku la fuerza ya es algo normal en él. Los ojos verdes temblaron levemente al encontrar con aquellos dorados con detalles en rojo que le observaban curiosos
— ¡K...Kyojuro! —soltó Ruri alejando su rostro del contrario pues prácticamente eran escasos por no decir nulos los centímetros que les separaban
— ¡Buenos días, Ruri! ¿dormiste bien? —le cuestionó con una gran sonrisa.
— Si, tal parece que si... —susurró un poco tímida antes de notar como ella también estaba abrazada al cuerpo de Kyojuro
"Es un ángel"
— Lo siento, Kyojuro —se disculpó la joven al ver como a pesar de su confianza él no le había alejado— me pegué mientras dormía, perdón —añadió soltándole y tomando cierta distancia
— ¡Está bien! —le tranquilizó— conozco a Ruri y puedo decir que no guardas malas intenciones —añadió acariciando algunos mechones verdes— ¡fue un gusto poder velar tu sueño!
— Kyojuro... —susurró Ruri soltando una pequeña risita.
— Ani-ue vine a verte, Kocho-san dijo que-... —habló Senjuro entrando en la pieza con lo que parecía ser ropa de Kyojuro, sin embargo al presenciar lo que sucedía dejó caer todo mientras su mejillas se teñían completamente de rojo
La reacción del joven era normal ya que nunca esperarías encontrar en un cuarto de enfermería a tu hermano mayor en la misma cama con una chica que también conocía muy bien, y no solo eso... sino que para su sorpresa su ani-ue estaba teniendo una caricia suave e intima ¿acaso su hermano había decidido casarse?
El hecho de que estuvieran juntos y con un comportamiento tan cercano hizo creer a Senjuro que sus conjeturas eran correctas por lo que la vergüenza era inevitable al sentir que había interrumpido algo importante, así que enseguida optó por abandonar el lugar murmurando un "lo siento" dejando a ambos pilares confundidos aunque no pasó mucho para que intuyeran lo sucedido y fueran en su búsqueda
