Tsukino Ruri no puede aceptar los finales dados por la escritora Koyoharu Gotouge, expresando siempre su descontento. Un día normal de feria, un idiota grosero, todo parece estar bien más terminan envueltos en un gran accidente
El despertar en un m...
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Por alguna razón ahora que estoy sola en mi habitación me hace sentir vergüenza por haberme preocupado tanto por estar bajo el mismo techo que Rengoku-san ¿qué esperaba que sucediera? Mi lado de fanática y hormonal se estaba manifestando en el momento incorrecto, por lo que un buen baño con agua fría me vino bien
Volviendo a lo que pasó antes. Una vez Rengoku-san me indicó la habitación que ocuparía procedió a retirarse junto a Senjuro, por mi lado aproveché a ducharme y cambiarme lista para poner el futón, sin embargo cuando regresé ya alguien lo había puesto y podía apostar cien dólares a que había sido Senjuro
"Este niño es un ángel"
Me paré sobre el futón para tirar de la delgada cuerda que con un leve sonido me dejó a oscuras en la habitación, pero no pasó mucho para que la luz de la luna se hiciera presente a través de las puertas de bambú. Me metí entre las sabanas dispuesta a dormir pues debía regresar a primera hora a la finca Ubuyashiki, más fallé en hacerlo
Ya había perdido la cuenta de cuántas veces di vueltas en el futón y había contado búhos, esperen ¿no eran ovejas? Ni siquiera podía pensar claramente, pues tenía demasiadas cosas en la cabeza que quería resolver. No faltó mucho para que el calor se hiciera presente a pesar de estar usando una yukata blanca y eso solo me lleva a una cosa
"Debo salir y tomar aire fresco"
— ¿Ya todos estarán dormidos? —susurré al deslizar lentamente la puerta que daba al patio para mirar de reojo si había alguien en el pasillo
Saqué la cabeza y no vi a nadie cerca e incluso intenté agudizar mi oído para ver si podía escuchar alguna voz, pero nada. Solo podía captar el sonido de un solitario grillo escondido en alguna parte del patio mientras el resto estaba tan en calma y silencioso que incluso temía caminar por la madera y hacer ruido
— Ojalá Zenitsu estuviera aquí, me ayudaría a saber si hay alguién despierto —resoplé resignada
Debía ser realista, Zenitsu no iba a aparecer mágicamente para ayudarme a saber si había alguien despierto. Solo al patio a tomar un poco de aire fresco pues no era tan desastrosa como para despertar a alguien con mis pasos. Al abrir por completo la puerta pude notar que había una brisa fresca, así que tomé mi haori y me eché en los hombros
Una vez estuve afuera dejé un poco abierta mi puerta para que la habitación se refrescara un poco. Fue un gran alivio sentir la madera fría bajos mis pies así como el suelo en donde crecían pequeñas hierbas, los pocos arboles que decoraban el patio entonaban una suave melodía al ser movidos por la brisa
El cielo se encontraba totalmente despejado siendo así capaz de poder admirar varias estrellas a diferencia de mi mundo en donde era un milagro poder verlas. decidí sentarme en el piso de madera de modo que mis pies quedaron un poco alejados del suelo mientras mi largo cabello se mecía con el viento despeinándome aún más
