Capítulo 8 Un Singular Compañero ꪜ

7.2K 780 183
                                    

Su nueva misión era al sur a tres días de la sede

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

Su nueva misión era al sur a tres días de la sede. Ruri partió apenas recibió la carta y aunque se sentía un poco triste por no haberse despedido de Rengoku-san, sabía que aún no debía preocuparse pues no le tomaría mucho así que lo mejor era concentrarse en su misión acula y terminarla con éxito para poder volver cuanto antes

Volviendo al contenido de la carta la joven notó que tenía dos misiones, siendo la primera en solitario y la segunda en equipo, sin embargo por ningún lado mencionaba con quien sería. A partir de allí le detallaba la situación actual de su primera misión en una aldea cercana donde muchos niños han ido desapareciendo sin dejar rastro cada noche

Los aldeanos les buscaron sin descanso alguno, pero al final no encontraron nada más allá de algunas prendas que pertenecían a los niños, ni siquiera sus cuerpos haciéndoles así tener esperanza de que estarían vivos. Al terminar de leer el contenido Ruri decidió apresurarse en llegar al pueblo pues la situación era preocupante

— Muy pronto caerá la noche —habló para si misma al ver el atardecer

Aquello le venía de maravilla pues el demonio se movería en la noche y así podría cazarlo enseguida. Finalmente llegó al pueblo y aparentemente todo se encontraba tranquilo a diferencia de las personas que parecían asustadas por algo, pero lo que más llamó su atención en particular fue notar que casi no habían niños

¿Acaso la mayoría habían sido llevados por el demonio? Preocupada empezó a interrogar a algunos de los aldeanos y solo obtenía las mismas respuestas. Los niños desaparecían durante la noche sin dejar rastro alguno y según un leñador ya eran doce los niños que no habían vuelto a casa

— Es un número grande —soltó Ruri preocupada

— ¡Señorita, por favor salve a mi hijo! ¡Solo tiene seis años! —le rogaba una de las madres desesperada

— Le prometo que haré lo posible, por eso estoy aquí —respondió Ruri intentando consolarla.

Ver todas aquellos rostros llenos de lágrimas y preocupación le hizo prometer a Ruri que haría lo posible por salvarlos. Siendo ya alrededor de las nueve de la noche cuando todos se encontraban ya en sus hogares custodiando a sus hijos. La joven se encontraba ya lista haciendo guardia por el pueblo mientras la luna estaba en su punto más alto

— No puedo percibir nada —susurró para si misma sin embargo pronto escuchó unas risas infantiles a sus espaldas— ¿quién está ahí? —inquirió pero al voltear no había nada— ya veo, es con que es así...

Ruri dejó de lado su posición defensiva mientras se concentraba en percibir algún rastro de presencia maligna o sed de sangre. Las risas de los niños cada vez se escuchaban más cerca causando que un escalofrío recorriera su espalda mientras el ambiente parecía tornarse pesado. Ahora lo sabía con certeza, el demonio había notado su presencia

𝙁𝙪𝙚𝙜𝙤 𝙚𝙣 𝙩𝙪𝙨 𝙊𝙟𝙤𝙨 - 𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤 ꪜTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon