Veterinario

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Bajé a la cocina para desayunar junto con Fliss, quien parecía estar muy animada, lo que me alegró. Revisé mi teléfono mientras me servía media taza de café; no tenía nada importante, así que lo guardé de nuevo. Vi a Murray bajar las escaleras ya perfectamente aseado y vestido de calle, lo que me hizo fruncir levemente el ceño; extrañada.

- ¿ Tienes el día libre ? - Pregunté sorprendida.

- No, me toca de tarde - Tomó una taza y se sirvió café solo - Me tocará cambiar la cita del veterinario... - Susurró antes de beber un sorbo.

- Puedo llevarlo después de clases. Hoy tengo las tres últimas libres...

- Creo que no es buena idea - Negó con la cabeza acercándome la leche.

- Yo creo que sí.

- ¿ Estas segura de que vas a ser capaz de llevar a Brock tu sola ? - Dijo Murray mirándome con los brazos cruzados y una ceja elevada.

- No creo que me resulte un problema... - Me encogí de hombros.

(...)

Me encontraba en el salón, de brazos cruzados, mirándome en el espejo de la pared. Iba de negro, con una cazadora de cuero, una camiseta, unos vaqueros y unas botas militares. Mi cara reflejaba la poca paciencia que me quedaba. Fliss se reía sobre la mesa del comedor, mientras que yo me seguía frustrando con Brock, quien acababa de escabullirse hasta mi habitación.

- Esto es muy divertido... - Se limpió las lágrimas de los ojos.

Subí hasta mi habitación, encontrándolo tumbado sobre mi cama, pero no duró mucho, ya que intentó escabullirse. Cerré la puerta, con una sonrisa triunfal. Lo atrapé al cabo de unos segundos, pero logró zafarse y tirarme al suelo. Abrió la puerta con sus patas y se marchó, dejándome en el suelo de mi habitación mirando el techo con los brazos cruzados; frustrada.

- Creo que necesitas ayuda, y yo no puedo hacerlo - Fliss apareció de cuclillas sobre mí con una de sus manos sosteniendo su cabeza.

- Creo que tienes razón... - Suspiré derrotada. Saqué el móvil y llamé a Arielle, quien no tardó en contestar.

- Holi - Saludó con la voz entrecortada, seguramente estaría practicando con las animadoras.

- ¿ Te pillo en mal momento ?

- No, estoy en un pequeño descanso, ¿ qué sucede ?

- Tengo que llevar a Brock al veterinario y no me lo está poniendo nada fácil... - Suspiré cerrando los ojos. Escuché su risa al otro lado.

- Pues yo no voy a poder, porque tenemos una hora más de entrenamiento... - Dijo entristecida.

- Está bien, no te preocupes... Luego hablamos - Me despedí antes de colgar y ponerme en manos a la obra.

Bajé a la cocina, tomé la bolsa de golosinas y la hice sonar, haciendo que apareciera en cuestión de segundos. Saqué uno de los palitos y se lo tendí, pero antes de que lo cogiera lo aparté, haciendo que gruñiera y me mirara entristecido.

- Tú y yo vamos hacer un trato - Inclinó levemente la cabeza con las orejas en punta; atento - Dejas que te ponga la correa, yo te doy una gominola - Me acerqué hasta quedar de cuclillas frente a él.

Sin Palabras ||En Físico||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora