Sin Palabras ||En Físico||

Huésped

Murray y yo estábamos disfrutando de una tarde juntos, como padre e hija, viendo una película aleatoria de Netflix. Fliss de vez en cuando aparecía, me contaba algo y enseguida se iba o con Izan para que no estuviera solo o con Bradley, que seguía sedado, ya que cada vez que despertaba se alteraba.

Brock estaba tumbado encima de Murray, con la cabeza apoyada bajo su mentón. Cuando levantó la cabeza supimos que alguien estaba a punto de abrir la puerta. Y así fue. Mi abuelo se hizo presente después de su paseo, pero no venía sólo. Calix entró con las manos ocultas en los bolsillos de su pantalón negro.

- ¿ Sucede algo ? - Pregunté mirando a ambos.

- Sí - Dijo Garret quitándose el abrigo.

Murray y yo nos miramos de reojo antes de sentarnos correctamente y escucharle, aunque yo estaba más atenta a la película y a comer palomitas.

- Calix se quedará unos días con nosotros.

Aparté la mirada de la televisión para centrarla en mi abuelo, aún con las palomitas a mitad de camino de mi boca. Las dejé en el cuenco y lo aparté, dejándolo sobre la mesa de cristal. Miré a Calix buscando una explicación, pero sólo se quedó en completo silencio a la espera de un veredicto.

- No estoy de acuerdo - Dijo Murray al lado mío con el ceño fruncido.

Calix asintió; ya se esperaba esa respuesta. Mi abuelo suspiró con cansancio e intentó dialogar con él, pero la idea de tener a dos adolescentes en casa no le parecía buena idea. Fliss en cambio, aun con la tensión en el ambiente, se estaba riendo sin parar sobre la mesa baja de cristal del salón; no entendía porqué le hacia tanta gracia.

- Pues a mí me parece una gran idea tenerle como huésped, voto porque se quede - Dijo con una sonrisa amplia.

- Tres votos contra dos - Sonrió Garret victorioso.

- Yo no he opinado nada - Fruncí el ceño. Realmente me daba igual si se quedaba o no.

- ¿ Tres ? - Dijo Murray confuso.

- Fliss ha votado por ellos - Le susurré.

Murray negó con la cabeza con desaprobación y tomó mi voto como un No. Su excusa era que dos adolescentes en una misma casa no podía traer nada bueno; se estaba imaginando lo peor. Calix se apoyó con los brazos cruzados en el reposabrazos del sofá, mientras Murray divagaba los contras de esta idea, sin intervenir en ningún momento.

- ¿ Por qué ? - Preguntó Murray serio, después de unos segundos de silencio - ¿ Qué has hecho para que te echen de tu casa ? - Ahí estaba con el interrogatorio.

- Porque ha tenido unos problemas personales y le he dicho que puede quedarse aquí lo que necesite - Le explicó mi abuelo - Además, se lo debes, salvó a Agnes - Aun con esas, Murray esperó la explicación de Calix, quien le estaba aguantando la mirada sin inmutarse.

- Ya sabes que podemos ver espíritus - Él asintió - Pues algunos me siguen y si no hago lo que quieren destrozan mi departamento... - Seguramente irían a por el colgante - Suelo mudarme mucho, así que estaba de alquiler, y viendo los destrozos que se producían constantemente, me han echado - Le explicó.

Miré a Murray presionándole para que le dejara quedarse durante unos días, al final suspiró y asintió dándole su aprobación, aunque sin mucho entusiasmo.

- ¿ Y dónde dormirá ? No hay habitaciones libres - Se incorporó del sofá.

- Puedo dormir en el sofá - Se encogió de hombros.