Perder

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- ¿¡ Cómo puedes actuar como si no pasara nada !? - Gritó Murray en la planta de abajo.

- ¡ No ha hecho nada malo, simplemente vio a alguien allanar una casa y fue a investigar ! - Mi abuelo intentaba cubrirme, pero no era tan fácil.

Cuando salí de la comisaria pensaba que todo se quedaría ahí, pero mi expediente llegó a las manos de Murray y todo se salió de las manos. Estaba muy cabreado; con razón. Me sentía frustrada por no poder decirle la verdad, que entendiera por lo que estábamos pasando. Había mucha responsabilidad en juego, tanto para Calix como para mí. Y todo, para que el más allá y este no se juntarán y se volviera un caos total. Mi abuelo no se quedaba atrás, yo era su responsabilidad, lo que significaba que eramos uno; si yo la cago, él también. Y viceversa.

- ¿ Estás bien ? - Preguntó Fliss sentada en la silla de mi escritorio.

- No sabría decirte... - Suspiré tumbándome en la cama con los brazos estirados.

- ¡ Esto es tu culpa ! - Dijo Fliss cabreada.

Calix la ignoró, haciendo que se cabreará aun más. Estaba en el umbral de mi ventana leyendo, a la espera de poder hablar con mi abuelo, supongo que la mujer le dijo algo importante. Quería preguntarle si había averiguado algo, pero seguramente se lo reservará para él y Garret.

- ¿ Dónde está la habitación de mi nieta ? - Escuché la voz de mi abuelo en el pasillo. Sus pasos eran pesados y firmes. Me incorporé de un salto y abrí la puerta, viendo que estaba a punto de entrar en la habitación de Murray.

- Es aquí - Sonreí tristemente al recordar su alzheimer.

- El idiota de tu padrino no me escucha - Dijo malhumorado.

- ¡ Te he escuchado ! - Dijo Murray desde la planta de abajo.

- Cierra la puerta - Dijo al entrar y sentarse en la cama - Ya se lo he comentado a... eh...

- Murray...

- Sí... Me voy a quedar aquí a partir de mañana - Me quedé congelada con la mirada en la puerta, ya cerrada, y la mano en el mango.

- ¿ Y tu tratamiento ? - Susurré agachando la cabeza.

- Estoy bien, puedo hacerlo aquí de todas formas - Lo miré. Mordí mi labio inferior evitando decir lo que realmente pensaba.

No puede dejar el hospital como así, necesita unos cuidados que yo no sabía si sería capaz de hacerlo correctamente. Hace poco que había empezado con la enfermedad, por eso lo llevamos al hospital, para que empezara el tratamiento lo antes posible, y ahora, quería irse... Lo entiendo, debe ser molesto estar en una habitación metido 24/7, pero no quería que empeorase por mi culpa, y me estaba arriesgando a que sucediera...

- Podré vigilaros y ayudaros con más facilidad que en el hospital, que hay mucha gente - Miré a Calix que ya me estaba observando con seriedad, se notaba que no estábamos de acuerdo.

- Ya que nadie lo dice... - Fliss se incorporó - No creo que debas hacer eso. Tu salud está en juego y así no te recuperarás o empeorarás con más rapidez - Se cruzó de brazos.

- Sé que no es muy buena idea, pero Agnes está empezando en este mundo y no puedo dejarle toda la responsabilidad a Calix - Sonrió - Además, si algún día me necesitáis como hoy, tal vez no sea tan fácil escaparme del hospital y podría ocurrir una desgracia - Sentí un nudo en la garganta.

- Me gustaría que pensarás primero en ti, y después en nosotros. Fue mi culpa, por no aprender a desaparecer con el colgante y no vigilar los alrededores - Me justifiqué - La próxima vez tendré más cuidado - Prometí.

Sin Palabras ||En Físico||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora