129 (pt.1)| De Verdad Me Gustas

160 5 0
                                    

He Jin se sintió tan nervioso que por las palabras de Qin Yang que se levantó con las orejas rojas, luego se quitó de nuevo la nieve de sus hombros y se dirigió a comer. Durante la comida, He Jin miró a su novio usar mucho su brazalete todo el rato, y quería saber qué lo mantenía tan ocupado.

—¿Qué haces?— He Jin preguntó con curiosidad.

—Busco la imagen que nos tomamos— Qin Yang le enseñó las fotos de ambos. Qin Yang uso la función continua, repitiendo la secuencia en como le besaba el rostro.

En las fotos, He Jin sonreía felizmente, se miraba muy dulce.

Muy pronto, el corazón de He Jin latía alocadamente. Sin saber bien a qué le temía, solamente quería que Qin Yang borrara esas imágenes. Sin embargo, después de enseñarselas Qin Yang rápidamente alejo su brazo.

Después de un corto descanso, volvieron a esquiar.

Esquiar es mucho más difícil que deslizarse en llantas. De hecho es la primera vez que Qin Yang intenta el deporte. Invitó a dos entrenadores, estos le cobraron por hora. Después de cuidadosamente estudiar los pasos y precauciones, comenzaron a torpemente esquiar.

Qin Yang era excelente en deportes, y muy pronto supo cómo esquiar como profesional. Por el otro lado, He Jin se cayó y volcó varias veces antes de agarrarle el truco. Originalmente, He Jin imaginó que ni siquiera tendrían tiempo en la tarde, y cobrar por hora seria bastante caro. Después de esquiar por dos horas se dio cuenta, ¡ejercitarse en una temperatura baja consume mucha energía!

Ambos jugaron hasta que se puso el sol. Las tres horas transcurridas estuvieron llenas de de risas y gritos. Cuando He Jin regresó estaba tan exhausto que sentía que su cuerpo estaba quebrado.

Snowtown oscureció. Regresaron a su dormitorio para la cena. Después de ducharse, He Jin salió del baño. Y Qin Yang le sonrió —¡Ven esposita, a la cama ladrillo!

—...

Era mucho problema mover las cosas. Por lo que escogieron quedarse en la misma habitación. He Jin se metió en las cobijas y lanzó lejos la mano de Qin Yang. Y trató de ser civilizado —Estoy muy cansado. ¡No seas un rudo de nuevo!

El siguiente día, al igual que el anterior, se levantaron a las 5 am, se subieron a una moto y miraron el amanecer desde la montaña, mientras Qin Yang le contó
Also, the second day, the two had to get up at 5am, get on a motorbike and watch the sunrise on the mountain, as Qin Yang already told him about the plan.

"You don't even let me hold you!" Qin Yang was laughing and complaining. Then, he stretched out his arm to hold He Jin his arms, and quickly kissed him. He also sniffed his ears and neck, as if he couldn't get enough of him, "I really like you."

He Jin, "..."

Qin Yang tickled him and complained, "why don't you say that you like me too?"

"You..." He Jin was twisting when Qin Yang tickled him. After a whole day of hanging out in the cold, when he smiled, he felt his face hurting. He felt that if this went on, the two would probably lose control again. Then, he grabbed Qin Yang's hand and said, "okay, I like you too. Now go to sleep."

Qin Yang mumbled something, then the two went to sleep with their hands interlocking each other.

The next day, before the sun rose, they were woken up by the alarm.

They put on all the necessary equipment, He Jin also put on a new warm foot sticker, and was completely frozen by the cold when he went out!

The bracelet showed that it was minus 30 degrees outside. The two got on the motorbike at the meeting point. It was still pretty dark, and they couldn't see anything except the snow.

WFYO | TraducciónWhere stories live. Discover now