Fase #1 || Aurora

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My Inmortal

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My Inmortal

Aún recuerdo esa noche fría del 4 de noviembre, era el día en que mi compañero llevaría a cabo su plan de libertad; la gente de Londres paso mucho tiempo bajo el yugo de los opositores. Ellos deseaban su libertad, pero el miedo que sentían los hizo doblegarse ante los hombres que les prometieron paz y libertad. Solamente fue una mentira de campaña; nos endulazaron el oído para después caer en su trampa. Que tontos fuimos.

Eran las 11:50 PM, faltaban sólo 10 minutos para que el 5 de noviembre llegué y con ello, la gente recuperará su libertad tan anhelada. Yo no pertenecía a ese país, pero con el tiempo lo tome como mío. Su dolor era mi dolor, su agonía la mía y su sentimiento de libertad era mío también. El destino quiso que V y yo nos encontraramos y que lucharamos juntos por la libertad.

Corríamos con todas nuestras fuerzas para llegar a la estación del metro cercana al parlamento, ahí había un tren cargado de dinamita casera; con ello haríamos volar el parlamento. Sin embargo, unos disparos se escucharon y ambos nos dimos cuenta que todo estaba empezando a ir mal.

—Vete —dijo V—. Yo ya no puedo completar la tarea, así que hazlo por mí.

—No, no me iré sin ti —rogué rodeando su cuerpo con mis brazos—. No quiero perderte.

—Nunca me perderás. —V acarició mi rostro con su mano enguantada.

—Te amo.

—Yo también te amo Annie, pero esto es más grande.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y asentí; bese los fríos labios de esa máscara que cubría su rostro y corrí. Corrí lo más rápido que pude, pero sentí un fuerte dolor en mi espalda que me hizo parar. Volteé y vi que V peleaba contra varios hombres; quise volver, pero había otra tarea que debía cumplir.

Una vez que estuve en la estación, caminé convierta dificultad hacia el vagón correspondiente y me metí en el. Revise que todo estuviera en orden y me acerque a la palanca.

12:00

El Big Beng comenzó a sonar; ya era hora.

Jale la palanca y salí antes de las puertas cerrararan. Volví por donde llegue y lo que vi rompió mi corazón: V estaba muerto. Me acerque a su cuerpo, lo acune en mis brazos y llores como nunca antes lo hice. Había perdido a mi amor...

Ese recuerdo aún parte mi alma, me hace llorar a mares.

Me tiré al piso mientras abrazaba una máscara de Guy Fawkes; la herida aún dolía. Dolía demasiado.

—Ya no llores más, hija mía. —Alcé mi vista y vi a mi madre mirándome con amor.

—No puedo, duele demasiado —dije entre sollozos.

—A él no le gustaría verte así —murmurró mi mama—, él quería tu felicidad.

Dejé la máscara de lado y abrace a mi mamá.

Sexy LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora