El humano de la Vampira

Capítulo VIII: Nicholas(editado)

No puedo creer como ha reaccionado mi cuerpo ante su tacto, mientras mantenía los ojos cerrados no había problema alguno, me sentía en total confianza y paz, En mi vida me había sentido de esta manera. Aún siento sus labios sobre los míos, el tacto de sus manos en mi abdomen y su calor que creí inexistente. Me parece extraño el incesante deseo que quema en mí ser, los labios de Venus aun quema en mi mente y aunque haya pasado hace varias horas ya, aun quema en mis recuerdos.

Mientras estoy perdido en mis pensamientos camino en busca de mi hermana, mi indefensa hermanita, y a lo lejos la veo con el hermano de Venus, ambos caminan lento y seguro, veo como él está atento a cada palabra, veo en sus ojos amor hacia mi hermanita y ella ignora tal mirada y sigue caminando hablando con él. Me hace feliz verla sonreír y tranquila.

Sigo mi recorrido pensando en la propuesta, en la idea de liberar a todos los que conocemos, debería hablar bien las cosas con el demonio, pero siento que la tensión que existe entre los dos nos impedirá hablar tranquilos.

Dejo que caiga la noche y me acerco a su cuarto, no la he visto en todo el día aunque la he buscado por doquier, siento mi pulso acelerarse cuando mi mano se acerca a su puerta, estoy seguro que ella puede oírme, puede oír mi respiración agitada, mi pulso a mil por segundo, siento la sangre fluir más rápido por mi organismo, sin querer aceptarlo mi cuerpo responde a ella, a su presencia.

Toco lentamente la puerta y ella aparece en mi campo de visión en cuanto la puerta de roble se abre, y la observo, mi boca se seca y todo mi discurso previamente ensayado se va al diablo.

-¿Que sucede Nicholas?- su voz parece preocupada- ¿Todo está bien?

-Necesito conversar contigo sobre lo que me propusiste en la mañana, lo de salvar a mi gente.

-Habla Nicholas, dime que dudas tienes

-¿Cómo ser tu esposo los va a salvar a todos?

-Fácil, el consejo me dijo que alguien debe tomar el lugar de monarca vampírico, claro que hablamos de una pareja, mi madre por su edad no puede y solo quedo yo, y necesito a mi compañero a mi lado para llevarlo a cabo y ahí es donde tu entras, al dejarte marcar por mi podemos acabar con todo el terror que asedia el mundo, en tus manos está amado mío, en tu hermoso cuello y la decisión de dejar que te marca yace el porvenir de tu gente.

-Si tanto deseas marcarme ¿Por qué no lo haces y ya?-Pregunto desconcentrado

-¿De que me sirve que mi compañero me odie? Quiero que cuando te marque lo hagas por tu voluntad, no tomarte sin más.

- si quiero que salvemos a todos, pero, no te prometo amarte, no sé si pueda llegar a quererte Venus. Lo siento, los recuerdos son mas potentes que el mismo deseo de querer una conexión fuerte.

-Una vez que te marque, todo será diferente para los dos. Te lo aseguro- sus ojos tienen un brillo particular, y no me incomoda tanto su color.

-Entonces acepto, acepto ser tu esposo y tu marca solo para salvarlos a ellos.

-Lo haremos cuando quieras amado mío, pero esta noche no, siento que ha sido demasiado difícil para ti, así que esperaremos un poco más. Buenas noches Nicholas.

-Buenas noches Venus, hablemos por la mañana mejor.

Doy la vuelta encaminándome a mi cuarto con el pensamiento de qué sucederá cuando decida entregarme a su mordida, pienso en la infinidad de historias que he escuchado sobre la mordida de vampiro y sus efectos destructivos, pero en ciertas ocasiones suele ser altamente afrodisiaco. Repentinamente siento sus delgados dedos en mi brazo, me giro y su boca busca la mía y no aguanto, la beso con hambre, con la pasión retenida en mi interior. No puedo imaginar otro sabor mejor que el de su boca, la tomo de la cintura y la guio a la pared más cercana, por inercia enrolla sus piernas en mi cadera y me besa más salvaje.

Siento sus colmillos salir pero no me importa en este momento. Solo deseo más de ella.

Muerde mi labio y sale sangre del mismo y ella lo succiona. Sus ojos toman una tonalidad más carmín y todo se va al carajo, empieza a moverse sobre mí, separándose ligeramente de mis labios y me mira a los ojos.

-Dime que pare Nicholas. Dime que me detenga, joder, quiero beber de ti, marcarte ahora mismo mi amor- su voz es ronca y totalmente atrayente.

-Márcame Venus, hazlo

Sus labios sobre mi cuello, sus colmillos enterrándose en mi piel, traspasando mi dermis y llegando hasta mi arteria y las succiones de ella bebiendo mi sangre es lo último que siento antes de que un calor abrazador me envuelva y la tome entre mis brazos, llevándola dentro del cuarto, donde veo todo negro. 

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Mis amores, lamento muchísimo hacerles esperar tanto, pero mi vida se ha tornado bastante complicada. 

Hoy pude hacerme el momento de escribir y aquí les dejo esta pequeña actualización.

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Recuerden que se los quiere,

Atte: Ro