Wattpad Original
Te quedan 5 partes más de forma gratuita

| • Capítulo 12 • |

14.9K 1.6K 398
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tomo un par de respiraciones frente al espejo y decido que es momento de armarme de valor y salir de una vez

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Tomo un par de respiraciones frente al espejo y decido que es momento de armarme de valor y salir de una vez. Han pasado unos minutos y con algo de suerte el pasillo estaría vacío y el camino a la salida completamente libre.

Abro la puerta y encuentro a Daniel hablando por teléfono de cara a la ventana.

Cierro los ojos, me encojo y retrocedo lentamente. Estoy a punto de cerrar la.pueeta h tallar cualquier otra parte de mi cuerpo que pueda ser tallada mientras espero a que se vaya, cuando me detiene con la voz.

—Danya.

Vuelvo a maldecir internamente (lo que se está volviendo una fea costumbre) y salgo envuelta en una toalla.

Bajo otras circunstancias me habría negado y hasta me habría quejado, pero lo que pudiera verme con la toalla puesta nunca sería mi la mitad de lo que yo había visto hace un par de minutos.

—Espera un minuto, George, creo que tengo un plan.

Y yo creo que esto no va a terminar nada bien.

Daniel arroja el teléfono sobre la cama y me mira directo. Si me hubiera dado tiempo de pensar en algo más, seguramente me habría sonrojado hasta las orejas por estar parada en toalla frente al hombre que hace unos minutos estaba parado frente a mí sin nada.

Pero Daniel fue directo al grano.

—Hablas portugués. Lo leí en tu expediente.

No parece una pregunta, pero yo asiento en automático, demasiado asustada para emitir sonido alguno.

—Necesito un traductor. En dos horas dirigiré una junta con un par de accionistas que vienen de Brasil y solo estarán aquí una noche. No puedo cancelarla.

Ah.

Qué... ¿triste?

—¿Y qué vas a hacer? —pregunto más por compromiso que por verdadero interés.

—¿Qué vamos a hacer? Qué bueno que lo preguntas. Iremos allá, tú entraras ahí como mi representante temporal y dirigirás la junta en mi lugar.

Me quedo de piedra, mirándolo, parpadeando y bloqueando como un pez.

El Café Moka de ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora