Wattpad Original
Te queda 1 parte más de forma gratuita

| • Capítulo 16 • |

14.8K 1.6K 350
                                    

—El efecto Dunning-Kruger —repite Dany como quien habla con un nene de dos meses

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—El efecto Dunning-Kruger —repite Dany como quien habla con un nene de dos meses.

—Ah, claro, Dunning-Krueger.

Kruger —corrige con fastidio—. Sabes, Danya, no tiene nada de malo no saber algo. No tienes de qué avergonzarte...

—No estoy avergonzada. Ni estoy mintiendo, sé bien quién es ese Dunning-Kruger.

Pero Dany no es ningún tonto. Mentirle no tiene sentido.

Él cruza los brazos sobre el pecho e inclina la cabeza en mi dirección.

—No me hagas hacer la pregunta.

Resoplo y me resigno a quedar como idiota frente a un niño, pero no me siento tan mal, con Dany todos quedamos como idiotas de vez en cuando.

—Está bien, cerebrito, escúpelo.

Dany sonríe y comienza la letanía:

—El efecto Dunning-Kruger es una especie de situación en la que algunas personas con escaso conocimiento o habilidad específica sufren de un sentimiento de superioridad. Está basado en una serie de experimentos realizados por Justin Krueger y David Dunning a finales de la década de los noventa.

—¿Por qué es tan importante?

—Ellos demostraron que las personas más brillantes creían estar en la media, mientras que los más inútiles creían estar entre los mejores. Darwin decía que la ignorancia frecuentemente proporciona más confianza que el conocimiento.

—Claro que lo hace, ¿cierto, Danya? —tienta Dakota, bajando las escaleras sin su bastón y con la frente en alto.

Era como una nueva versión de Morticia Adams, pero más escalofriante y en rubio.

Iba a responder cuando el móvil me salvó de embarrarla hasta el fondo.

—¿Dean? ¿Pasa algo?

Me pongo de pie y me alejo de la sala hasta quedar completamente sola frente al pasillo junto a las escaleras.

—¡¿Que si pasa algo?! ¡Papá está furioso! ¿Quieres decirnos ahora qué le hiciste?

—¿Hacerle algo? Además de esconderme por su culpa no sé qué más he hecho —siseo intentando contener la ira acumulada.

—¡Pues está furioso y quiere verte!

—Pues qué pena, no pienso dejarlo todo por ir a verlo otra vez.

Lo escucho refunfuñando al otro lado de la línea, pero antes de que pueda objetar algo, Set, nuestro hermano menor, toma el móvil y comienza a gritarme como un adulto.

Los quince años que tiene no los aparenta.

—Creo que no lo estás entendiendo niña. Él quiere verte ahora.

El Café Moka de ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora