{04}

6.1K 341 150
                                    

Capítulo cuatro.

Lucía;

Desperté y enseguida me levanté. Tenía el cuerpo ligeramente cubierto por una capa fina de sudor, sumandole todo el dolor que sentía en el cuerpo por haber dormido básicamente en el piso.

En menos de lo que había pensado, se había hecho de noche. Caminé hacia el "baño", que si mal no recuerdo, ahí había dejado mi ropa lavada, esperando a que por fin se secara.

Me vestí y antes de que pueda salir del cubículo mis oídos escucharon algo que nunca jamás les hubiera gustado percibir.

- ¡Sí! - Gritó una voz femenina desde afuera, traté de agudizar mi oído. - ¡Sí! Seguí, seguí... - Gritó de nuevo. Mi piel se erizó por completo, optando por un color diferente. Ruborizada, intenté abrir la puerta de la habitación. - ¡Ah! Más, más... - La vista se me nubló por completo al ver al flaco garchandose a una mina en el sillón que había en este sucucho. Tragué saliva. La oscuridad ayudaba a ocultarme.

Asco.

La mina no dejaba de gemir cada vez que él entraba y salía de ella con fuerza. Yo podía verlo, algo dentro de mi se retorcía al notar como él se lo hacía con ganas, bombeandola de placer, apretandola con sus manos, gozando hasta el punto máximo ese intenso deleite.

- ¿Te gusta? - Le preguntó él. Su voz me estremeció por completo. Tanto, que hasta mordí mi labio inferior deseosa, sí... deseosa por estar en el lugar de aquella mujer.

- ¡Sí! Dios, seguí... - Le ordenó ella. De pronto mis sentidos volvieron cada cual en su lugar, y en vez de seguir observando me adentré nuevamente al cubículo donde estaba, haciendo sonar la puerta con fuerza.

Los gemidos se detuvieron. Y fue cuando sentí que me moría. Me habían descubierto. Traté de esconderme en el baño, pero él... ya había entrado a la habitación.

- Estás pálida. - Dijo al encender las luces. Tenía el pantalón abajo de la cadera, ligeramente sudado y despeinado.

- Sí, sí.. debe ser.. - Estaba nerviosa. No pude terminar la oración y tampoco quise mirarlo a los ojos, porque sabía que otra vez me iba a ruborizar frente a él.

- Y como para no estarlo, si viste lo de ahí afuera.. - Dijo y soltó una pequeña risita. - Lo hice apropósito. - Dije desafiandolo. - Sí, claro. - Hizo una mueca y rodó los ojos. - No me gustan esas pelotudeces. - Dije enojada. - Al menos deberías tener un poquito más de respeto por mi, sólo eso te pido. - Respondí de inmediato, no le tenía miedo. - Lo tengo. - Se encogió de hombros.

- Ah sí, por eso traes a garchar a una mina sabiendo que estoy acá. - Otra vez me había ruborizado. La pregunta es, ¿por qué se lo estoy reclamando? A MI PROPIO SECUESTRADOR.

- ¿Te molestó, bonita? Si mal no recuerdo estás secuestrada, por lo tanto yo puedo hacer lo que se me antoja. - Se acercó despacio hacia mi y me miró. Ahora él también parecía enojado, y al darse cuenta que yo también lo estaba, decidió seguir con el jueguito.. - Además, lo hice porque te vi dormir en ropa interior y me calentaste.

Tragué saliva. Me hervía la sangre por dentro.

- Es que.. sólo a vos se te ocurre dormirte en ropa interior estando con alguien que ni siquiera conoce. - Me miró a los ojos, sentía como me desnudaba con la mirada. Sus ojos fueron bajando hasta llegar a mi pecho, relamió sus labios. ¿No podía disimular un poco, al menos? - Y.. no dudaría... - Susurró y entrecerró la puerta un poco más, para luego acortar la distancia que había entre nosotros. - En pensar que vos también te calentaste. Debes estar mojada.. - Temblé por dentro al escuchar sus palabras. ¿Cómo mierda lo sabía?, ¿acaso.. lo sentía? Relamí mis labios, de manera totalmente involuntaria. Mierda. Pensé. - Mojada después de haberme visto haciéndolo con otra.. - A medida que él se acercaba, yo retrocedía, tanto que logré llegar hasta la pared, haciendo que mi espalda choque contra la misma. Me había quedado sin escapatoria, y que él estaba frente a mi, impidiendome salir. - ¿Me equivoco? - Suavemente posicionó sus manos sobre mi cintura, pegándome apenas hacia él. 《ACLARACIÓN: CUANDO PASE A ESCRIBIR CON este tipo de letra SERÁN LOS PENSAMIENTOS QUE TIENE VALENTÍN AL MOMENTO QUE VA PASANDO TODO (?)
Hacía menos de cinco minutos que estaba en la misma habitación que Lucía y me había excitado más que con la piba que me estaba esperando en la otra habitación, que la había contactado para sacarme las ganas de cojer que tenía. Pero le tenía ganas a ella.
Se pegó más hacia mi, tanto, que sentía su aliento chocar contra mi boca, había pegado su erección en mi vientre. Me estaba calentando yo también, pero no quería que él lo supiera. Me gustaba, me gustaba mucho. Comenzó a moverse contra mi, haciendo que como buena pelotuda que soy, largara un leve gemido. Ahora sí estaba realmente mojada. - Pedilo, y en 2 minutos te hago pelota. - Susurró el contra mis labios.

- No. - Dije firme. Por fin el sentido común había vuelto a mi. Lo alejé poniendo mis manos sobre sus brazos. - Jamás estaría con alguien como vos.

💥💥💥

Buenas gente, desp de mil años me digne a actualizar esta. Díganme que les parece 🙏🙏🙏 y si les copa que vaya redactando lo que piensa Valentín en simultáneo a lo que va pasando todo.
Comenten y votennnn, gracias x leer 💖

Secuestrada.- WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora