Epílogo
A Valentín le temblaban las manos. Dios mío. Jamás se había sentido de esa forma en toda su vida. Sentía miles de miradas encima, ¿de verdad estaba tan nervioso? Al parecer sí.
Entonces, la vio llegar... así, hermosa, preciosa, justo como la había dejado aquella mañana antes de irse. Lucía entró por la puerta principal del aeropuerto, lo buscó con la mirada algo impaciente, también moría de ganas por verlo, por besarlo...
Valentín caminó hasta ella, acelerando el paso en medio de la gente, algunas con valijas y otras con un simple bolso.
Ella no lograba divisarlo aún, hasta que unas manos la abrazaron con fuerza. Saltó en su lugar de susto y a la vez alegría sabiendo de lo que se trataba.
- Viniste... - Susurró él en su oído. Y no había nada que le hiciera más feliz que eso. Sentirla junto a él, el delicioso aroma que emanaba su pelo, el roce de su piel, tocarla, sentirla suya...
Lucía se estremeció, tanto, que hasta casi se puso a llorar. Dejó que Valentín le soltara la cintura para poder voltearse hasta él.
- Te amo. - Le dijo antes de que él hablara de nuevo. Suavemente le apretó las mejillas y le acercó los labios hasta los suyos, besandolo, uniendo sus alientos una vez más. Valentín le correspondió el beso. ¿Quién era él para detenerla? Le abrazó la cintura, sonriendo mientras la besaba.
- ¿Qué? - Le dijo él fijando sus hermosos ojos azules en los de ella, mirándola con amor, como nunca antes había mirado a nadie.
- Que te amo. - Volvió a decirle ella. De un momento a otro enrojeció por completo. A él las ganas de comérsela a besos en ese instante le volvieron.
- No creo que me ames más de lo que te amo yo. - Le acarició la cintura sorprendiendose por sus palabras. Ella sacaba de él una faceta que nadie conocía, ella lo convertía en alguien mejor, en alguien capaz de amar. Subió ligeramente su suéter para sentir su tibia piel entre sus dedos, haciendo caricias en la misma, proporcionandole aún más calor. - Te amo, Lucía. Te amo, de verdad, y perdón por no haberte dicho esto antes, sabes que soy un pelotudo y...
- Basta. - Los labios de Lucía volvieron a atrapar los de Valentín en un beso suave, lleno de amor, de sentimientos y lujuria. Sus bocas danzaban a la par, mientras sus lenguas tenían una guerra interna que los impedía separarse, saboreando el aliento de ambos. - Estoy acá, con vos. Es lo único que importa ahora. - Él le sonrió. 《¿Así se siente amar a alguien?》pensó internamente. Por fin lo comprobaba, siempre dudó de las personas que le decían que amar era una de las cosas más maravillosas del mundo, pero ahora lo entendía y confirmaba. - ¿A dónde me vas a llevar? - Preguntó ella llevando ambos brazos hacia sus hombros, rodeando su cuello con una sonrisa en el rostro que nada ni nadie se la iba a borrar por nada en el mundo, mirándolo a los ojos, esos ojos que la volvían loca, que la cautivaron desde el primer momento en que lo vio.
- Es sorpresa. - Respondió él, con la misma alegría y felicidad, las personas que lo conocían realmente dirían que ese no era Valentín, que alguien lo había cambiado, porque jamás había estado así con nadie. Sintiéndose amado, querido, cuidado. Sobre todo correspondido.
- Igual me voy a enterar.. - Dijo entre risas, disfrutando del momento con la persona que amaba.
- Sí, ya sé. Pero dejame sorprenderte. Te va a gustar. - Valentín le apretó el cuerpo, encerrandola en sus brazos. Ella también lo abrazó, levantando la mirada.
- Llevame, lo más lejos que puedas... - Plantó un beso en la comisura de sus labios y siguió disfrutando del eterno y placentero abrazo.
- Sí amor, nos vamos lejos. - La besó en los labios una vez más. Sintiendo de verdad cuánto la amaba, cuánto le había llegado a importar en tan poco tiempo, cuánto había llegado a enamorarse de ella. De Lucía. De su secuestrada.
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"La joven Lucía Mossantini habría desaparecido de nuevo. Las fuentes policiales confirman que lograron encontrarla con vida en un viejo departamento ubicado en la ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego. Donde, se presume, también vivía su secuestrador. La gran pregunta es... ¿dónde está ella ahora? Testigos dicen haberla visto por última vez en el aeropuerto principal de Ushuaia. En cambio, lo único que se puede confirmar en estos momentos es que Lucía Mossantini, seguiría secuestrada."
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Y la historia llegó a su fin. ¿Por dónde empezar? No tengo palabras para agradecer tanto apoyo, tantos mensajes hermosos y comentarios que me llenaban de amor y me inspiraban a seguir día a día con esto. Cada vez que tenía el ánimo por el suelo ustedes se pasaban por mi perfil o en cada capítulo y se encargaban de decirme cuánto les gustaba lo que yo escribía. No sé cómo agradecer tanto amor, tanta paciencia y dedicación para tomarse el tiempo de leer un pedacito de lo que soy. Sinceramente estoy eternamente agradecida por todo, ojalá cada vez que tenga algún proyecto nuevo en mente me apoyen como lo hicieron con esta historia y la anterior. Gracias y mil gracias por siempre! Son lo mejor 🎀💖
Ah, y se viene la 2da temporada, así que si les copa la idea, haganmelo saber con sus votos y comentarios como lo hacen siempre. Lxs amo 💗
