Crazy in Love [Terminada]

Capitulo 36

Ya al día siguiente Juliana despertó temprano, la castaña aún dormía a su lado abrazada a ella; no dejaba de admirar la belleza de su novia, comenzo acariciarla cariñosamente, con la yema de los dedos hacia un recorrido por su brazo, de arriba abajo, desde la muñeca hasta su hombro, su piel era suave, le encantaba, después de dos años solo pensaba en volver a tocar la piel de la castaña y estar con ella, y eso por fin sucedió, la extrañaba muchísimo, la morena se prometió que nada ni nadie las volvería a separar, no dejaría que nadie la intimidara y humillara y también protegería a la castaña de quien fuese, como se lo hizo prometer a la abuela de esta.

Luego deslizó sus dedos por su cuello hasta llegar a su mejilla donde la acarició con su pulgar, con el mismo pulgar delineó sus labios, los miró, se acercó y le dio un corto beso que hizo sonreír a la castaña aún dormida.

Juliana se levantó sin hacer ruido, se dirigió a la cocina para preparar el desayuno. Luego de unos minutos la morena llegó con una bandeja, dos tazas de chocolate caliente, tostadas, mantequilla, mermelada y dos posillos con frutas picadas, lo dejo aún lado de la cama y se acercó a la castaña.

-Despierta dormilona —le dijo, la castaña abrió los ojos lentamente y sonrió al ver a la morena, se levantó un poco y vio la bandeja con el desayuno.

—Se ve delicioso —dijo saboreandose los labios, la morena acercó más la bandeja y se sentó en la cama quedando frente a la ojiazul, las dos comenzaron a comer.

—¿Como dormiste? —preguntó la morena.

—Muy bien —contestó —Pero aún tengo sueño, recuerda que nos quedamos dormida muy tarde —dijo con una sonrisa coqueta, la morena sonrió tímidamente al recordar la noche anterior.

—Alguien fue insasiable anoche —dijo también con una sonrisa coqueta.

—Pues no fui la única —le dijo levantando una ceja y las dos sonrieron.

Al terminar la morena se levantó y tomó la bandeja para llevarla a la cocina, pero antes de que pudiera irse la castaña la detuvo.

—Deja la bandeja ahí —dijo señalandole un mueble —Y ven acostarte conmigo —dijo poniendo un pochero, la morena no se recistio y dejó la bandeja en el mueble y luego se acostó al lado de la castaña, esta al tenerla cerca la tomo de la nuca hacercandola a ella y la beso apasionadamente, se sacó la polera que se había puesto y luego le sacó la que tenía puesta Juliana, la castaña quedó sobre la morena, el beso se volvió más apasionado, las dos volvieron hacer el amor.

La castaña tenía su cabeza sobre el pecho de la morena, esta acariciaba su cabello y la ojiazul con sus dedo hacia círculos sobre el abdomen de la morena.

—Lamento haberte mentido —dijo la morena de repente, la castaña dejó de hacer lo que estaba haciendo, se levantó un poco quedando las dos de lado.

—No tienes que pedirme disculpas, eso ya pasó —dijo.

—Si debo —dijo la morena.

—Yo ya olvidé eso, Juls.