Crazy in Love [Terminada]

Capitulo 37

Valentina y Ana corrían por los pasillos hasta urgencias, una camioneta 4x4 había chocado contra un auto, el conductor de la camioneta solo quedó con algunas heridas y se los llevó la policía por estar manejando bajo los efectos del alcohol ; mientras que en el auto menor iba una mujer embarazada y su esposo, este último llegó muerto al hospital. La castaña y su compañera atendieron a la mujer embarazada que tenía al parecer 7 meses, estaba inconsciente pero su estado era grave. Tenían que sacar al bebé y sólo se podía por medio de la cesárea, el doctor no estaba en ese momento así que Valentina tuvo que tomar su lugar aunque ese no fuese su cargo, todos confiaban en ella.

Luego de varias horas lograron sacar al bebé, la castaña lo tomó entre sus brazos era muy pequeña, la entregó para que la limpiarán y la metieran a la incubadora, la castaña se acercó a la madre le tomó el pulso, nada.

-Murió cuando nació —le dijo Ana, la castaña la miró.

—¿Tenían alguna identificación?

—No lo se —contestó su compañera —Pero la policía dijo que se comunicaría con nosotros si hay algún familiar.

—Bueno.

La castaña se quito todo lo que había usado y se lavo. Luego camino por los pasillos y se dirigió a una habitación, ahí se encontraba el bebé prematuro dentro de una incubadora, la castaña se sentó al lado de ella; la veía tan pequeña e indefensa, sus respiraciones eran rápidas.

—Encontraremos algún familiar que te cuide, pequeña —dijo la castaña —Mientras yo me encargaré de cuidarte —sonrió al verla y más cuando esta se movió de repente como si hubiese entendido lo que la castaña le había dicho.

En la cafetería se encontraban Octavia, Clarke y Lexa, las tres se encontraban hablando con Juliana, la conversación se trataba del embarazo de Octavia.

—¿Ya sabes como le pondrás? —preguntó la morena.

—Ni idea, aun no se si es niño o niña.

—¿Pero que quieres que sea? —preguntó Clarke.

—Si es niño o niña será bienvedo/a igual, solo me importa que nazca sano.

—Pero seguramente Lincoln quiere un niño ¿o me equivoco? —preguntó Lexa.

—La verdad el me dijo que quería que fuese una niña para llamarla como su madre —contestó —Laura era su nombre.

—Me parece bien —dijo la morena sonriendo.

—¿Y tú? —preguntó Octavia a Juliana.

—¿Yo que?

—Te vez muy feliz —contestó.

—Siempre he sido feliz.

—Pero esa felicidad tiene nombre y apellido, ¿no? —preguntó Clarke con una sonrisa.