Capítulo cuatro.

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Autora POV.

Wei WuXian se sentó en una silla frente a la cama donde descansaba el soldado y se había quedado observando su rostro por unos largos minutos. Tenía que admitir que era realmente atractivo y a pesar de las condiciones en las que estaba seguía viéndose hermoso.

¿Dónde lo había visto?

Había estado intentando recordar dónde había visto sus ojos dorados, pero se golpeó mentalmente y se rindió en un suspiro por culpa de su mala memoria.

De repente, el caballero real soltó un quejido y su rostro se contrajo, el sudor caía de su rostro y jadeaba pesadamente en busca de oxígeno. Wei WuXian se sobresaltó al cambio tan repentino y se acercó a él, colocó su mano en la frente y la quitó rápidamente al sentir la alta temperatura de su cuerpo.

Sin pensarlo dos veces volvió a abrir la ropa del pecho del mayor y no pudo evitar sorprenderse al ver que el veneno se había extendido aún más. 

¿Por qué la medicina no había hecho efecto?

Sin duda había usado los ingredientes correctos, pero solo había funcionado por unos minutos.

La única idea que se le vino al menor después de unos segundos pensando era que había demasiado veneno en su cuerpo y al agregar la medicina el efecto había sido todo lo contrario.

—Maldición...

¿Cuanto veneno había en cada flecha?

¿Cómo era posible que su cuerpo aún siguiera con vida?

Wei WuXian se mordió los labios mientras se recogía el cabello con la larga cinta de color rojo.

El veneno de ciertas plantas se puede usar cómo remedio para eliminar el veneno de otra, un tanto irónico pero cierto, el único riesgo es la cantidad que se usa en la medicina... El menor había tenido mucho cuidado al preparar la pócima, pensando que el veneno de las flechas sería normal.

Un veneno hecho por humanos, pero estaba equivocado.

La medicina no funcionaría si no lograba extraer más veneno y cada vez la apariencia del soldado estaba peor.

Una vez ató su cabello se sentó en el borde de la cama y observó la herida del hombro del mayor. Bajó su ropa por debajo del hombro y levantó un poco el cuerpo del soldado para saber qué tanto se había extendido el veneno, pero inconscientemente su mirada se dirigió hacia unas cicatrices de todos los tamaños en la espalda de Lan WangJi.

Solo había visto un poco menos de la espalda del soldado, pero estaba casi seguro de si seguía las marcas de las cicatrices con sus dedos, estas continuarían hasta el final de la espalda.

¿Cómo...?

Negó rápidamente con la cabeza.

No era momento de pensar en antiguas heridas, si no en las recientes.

La cantidad de veneno de la herida del hombro era más pequeña que la del pecho, si lograba deshacerse de esa sería suficiente para curar la herida del pecho...

Sabía que iba a doler, pero...

Se alejó de la cama y cogió un frasco casi vacío, lleno de un líquido azul claro.

—Será suficiente para los dos... —se giró hacia el soldado y volvió a sentarse en el borde de la cama.— Bien, cuanto antes lo haga menos dolerá...

Acto seguido colocó una de sus manos encima de la herida del mayor y su otra mano la dirigió hacia su propio hombro. Se preparó mentalmente y después de dos suspiros cerró sus ojos y comenzó a pronunciar un conjuro muy antiguo.

Loyal Knight.Where stories live. Discover now