Capítulo quince.

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Autora POV.

La mayoría de soldados se habían colocado en las paredes de la sala, apartándose lo máximo posible de la piscina de sangre. Por otro lado, Jin GuangShan leyó por última vez los papeles que le había entregado uno de sus subordinados mientras que Wei WuXian no pudo evitar sentir un par de escalofríos al recobrar la consciencia y observar a su alrededor.

En la cara tenía una sonrisa un poco forzada, pues la broma que le hizo a Su She le había resultado graciosa pero al posar su vista en la gran concentración del fluido rojizo supo que estaba en problemas. Apenas tenía energía para ponerse en pié y mucho menos podía conjurar algún otro hechizo que lo salvara esta vez, además, había estado soportando los golpes del soldado asustadizo cuando lo hizo enfadar.

Le dolía todo el cuerpo, pero tenía que ganar tiempo de cualquier modo.

—¿Sabes, Su She? —comentó con gracia.— Apuesto a que A-Yuan golpearía mucho mas fuerte que tú...

La cara del soldado se volvió roja de ira.

—¡Tú...! —señaló al cultivador, listo para propinarle otra patada.

Wei WuXian estaba preparado para recibir el golpe, sin embargo, este nunca llegó.

—¿Qué sucede? —se extrañó al ver que el soldado se había detenido.— ¿Acaso tú también lo crees? 

Intentó provocarlo de nuevo, pero todo lo que pudo observar era cómo la cara de Su She se contraía y rápidamente se llevó la mano hacia su pecho. Se dirigió con prisa hacia el rey mientras que su vestimenta se abría un poco, pero fue lo suficiente para que Wei WuXian abriera su boca sorprendido.

—La maldición... —susurró.

Volvió a posar su vista en los dos sujetos.

—No fue un cultivador... ¡Vosotros asesinasteis a la reina! —espetó incrédulo.

Acto seguido, Su She dejó de rascarse el torso y cerró su vestimenta lo mejor que pudo, mirando preocupadamente al rey, quién suspiró cansado.

—No te quejes tanto. 

—Pero... —la mirada de Jin GuangShan fue clara.

El rey caminó hacia Wei WuXian y se mantuvo callado mientras observaba la profundidad de la piscina circular.

—Nunca fue por venganza. —afirmó el cultivador.— Desde el principio... ¿Todo era por esto? ¿Para controlar muertos?

El silencio que se había formado después de esa "revelación" duró muy poco, pues Jin GuangShan comenzó a reírse suavemente y poco a poco su risa empezó a resonar por toda la sala, ganándose todas las miradas insólitas de sus hombres, incluida la del cultivador.

—Así es. —confesó seriamente.— ¿No te parece algo maravilloso? —caminó hacia el Chen Qing.

—Un ejercito de no-muertos... —acarició suavemente la flauta.— Que sin importar cuantas flechas o espadas atraviesen su piel seguirán levantándose al ritmo de la melodía de este instrumento... Y lo más importante, obedeciendo a su dueño. —volvió a reír.— Ah... Simplemente es algo digno de admirar. 

—Y la reina...

—Oh, sí. —interrumpió sin importancia.— De alguna manera se enteró y bueno... Se podría decir que no estaba de acuerdo e intentó contactar con el país vecino, pero qué increíble coincidencia que mientras leía un libro viejo encontré cierta maldición... Y qué mejor manera de hacerles creer la gente del reino que la reina había sido asesinada por... —miró fríamente a Wei WuXian.

Loyal Knight.Where stories live. Discover now