Capítulo diecisiete.

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(• ◡ •) 

Autora POV.

Lan WangJi guardó a BiChen para ayudarse a sujetar al cultivador con ambos brazos, fuerza no le hacía falta, pero así era más consciente del movimiento del cuerpo del menor y podía evitar los golpes o el esfuerzo innecesario.

Wei WuXian continuaba con los ojos cerrados y su cuerpo estaba un poco frío, su respiración era leve y de vez en cuando temblaba por la sensación tan extraña que le había dejado el conjuro.

Sobre los temblores provocados por el derrumbamiento de la sala lograron subir a la primera planta del castillo, cuyas lamparas de araña bañadas en oro y todos los muebles más lujosos que uno podía observar en toda su vida comenzaban a mecerse con un pequeño y leve vaivén.

Lan WangJi apretó un poco más el agarre en el cuerpo del menor y se aseguró de mantenerlo firme.

Pequeños trozos del techo comenzaban a derrumbarse y nuevas grietas aparecían por toda la estructura del castillo.

El soldado caminó evitando cada uno de los escombros hacia la puerta más cercana que daba al exterior, la cual conducía hacia uno de los jardines del palacio.

El jardín sin lugar a dudas era inmenso y el color amarillo de todo tipo de flores se encontraba por todos los rincones. Su mirada se posó en el extremo del jardín, donde no había ninguna estructura que impidiera caerse y a lo lejos se podía observar el bosque SanRen pero el sonido de otros soldados heridos alertó a Lan WangJi.

Giró su cabeza hacia su derecha, encontrándose con los anteriores soldados que habían querido arrebatarle a Wei WuXian pero esta vez poco parecían importarles la presencia de ambos individuos, pues en el suelo habían tanto guardias como siervos del castillo gravemente heridos y estos estaban siendo atendidos.

Aún sin confiar en ellos, decidió caminar por el lado opuesto de las murallas del castillo, dirigiéndose al extremo del jardín.

Al observar lo que había debajo retrocedió unos cuantos pasos, pues la altura que había era bastante alta y a pesar de que lo que había era un lago creado por una cascada prefirió mantener las distancias.

—Lan... —intentó decir el menor.

Ante el leve susurro el cuerpo del mayor se volvió completamente rígido y en su rostro volvía a mostrarse esa leve preocupación.

—Wei Ying. —el menor abrió lentamente los ojos, pero todavía le costaba mantenerlos abiertos.—¿Cómo...?

Wei WuXian golpeó suavemente el pecho del soldado dos veces y soltó una leve risa.

—Vámonos... —dijo cansado y adolorido.

Aunque no lo pareciera, esa leve risa del menor había logrado calmar la mente del mayor y sin decir ni una palabra más se dispuso a caminar hacia la salida del palacio.

Pero una voz muy conocida lo detuvo.

—Han GuangJun. 

—Su She. —su tono fue grave.

—Entrégalo.

Lan WangJi, quién no se había girado a ver al soldado en toda la conversación posó su mirada fría y enfurecida al instante.

Sentía cómo la sangre ardía por sus venas, pues lo último que quería era seguir perdiendo el tiempo sabiendo que su prioridad era salvar al menor.

—Entrégalo. —volvió a repetir, tensando la cuerda del arco.

Loyal Knight.Where stories live. Discover now