Capítulo nueve.

5.7K 990 351
                                    


Autora POV.

Pequeñas gotas empezaron a caer del cielo, convirtiendo el día soleado en uno cada vez más oscuro y frío.

Wei WuXian había caminado hacia el reino, pero cuando observó las grandes puertas de la entrada se detuvo a cierta distancia. Habían dos guardias que inspeccionaban a todo aquel que salía y entraba.

—Genial...

La lluvia cada vez era más intensa y el frío húmedo empezó a colarse por la ropa del menor, pero no le tomó importancia, pues ahora lo único que pasaba por su mente era cómo entrar al reino evitando a los guardias.

No podía escalar las murallas, pues eran demasiado altas y con la lluvia la piedra se había vuelto resbaladiza. Usar algún hechizo tampoco era una opción, pues si por algún motivo llegaban a verlo ya no podría obtener las hierbas y más que preocuparse por su vida, solo podía pensar en la fiebre de A-Yuan y lo que pasaría si no regresaba en menos de ocho horas.

Absorto en sus pensamientos, no sintió la presencia de alguien hasta que le empujaron por detrás.

—¿Pero qué...? ¡¿Manzanita?!

Cuando el burro vio al cultivador salir corriendo hacia el reino no pudo evitar seguirlo, pues por su cara parecía que iba a cometer algo realmente arriesgado y por mucho que se pelearan, no quería que le pasara nada al humano.

—¿Qué haces aquí? Vuelve ahora mismo al bosque... —dijo mientras lo empujaba en la dirección contraria al reino.

El burro no se movió ni un centímetro, se quedó observando la entrada y volvió a posar la mirada en Wei WuXian, mientras giraba hacia un lado la cabeza.

—Lo sé... Pasar sin que me detecten es... —suspiró.— Te estás mojando entero, vuelve a casa.

El burro rodó los ojos.

—¡Oh, vamos! Por una vez hazme caso, Manzanita. 

De repente el burro bufó, se colocó en mitad del puente y pisó fuertemente contra el suelo con una de sus patas delanteras.

—Espera, espera... No irás a... —se acercó al animal, quién estaba bastante serio.

Al ver que Manzanita no cambiaba de parecer, Wei WuXian suspiró mientras negaba con la cabeza y acarició la cabeza del burro.

—Bien, Manzanita. Una vez los distraigas, regresa a casa... ¿De acuerdo?

De reojo, parecía que el burro le había guiñado un ojo y después de unos segundos, cuando el cielo se iluminó con el rayo acompañado de un ruido aterrador, Manzanita echó a correr directo hacia los dos guardias que se habían distraído por el trueno.

Una vez se percataron de que un burro bastante cabreado iba directo hacía ellos era demasiado tarde, Manzanita los había mandado volar mientras continuaba su carrera hacia el interior del reino. Provocando que cuando los guardias terminaron de asimilar lo que había ocurrido, se levantaran del suelo y lo persiguieran.

Wei WuXian no pudo evitar mirar toda la escena divertida y sin problemas logró adentrarse al reino mientras observaba cómo todos los guardias corrían detrás de un burro que se había vuelto loco.

Volvió a colocarse bien la capucha y caminó mientras miraba atentamente hacia todos lados disimuladamente por si veía a la señora que vendía esas hierbas y tampoco podía bajar la guardia por si aparecía algún soldado.

Debía actuar normal, pero la presión casi lo hacía imposible.

Decidió adentrarse a los callejones del reino, pues por Hutong apenas solían haber soldados ya que era la zona más descuida.

Loyal Knight.Where stories live. Discover now