Capítulo 17: Los problemas del pasado

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- ¿Dónde está? - Preguntó la organización en la puerta, mirando hacia el interior del hogar.

- No sé, no estaba en su pieza! - Gritó Buenos Aires, con una expresión de terror, dejando pasar al mayor. - ¡Ya lo buscamos por todos lados! - Volvió a gritar, esta vez al lado del celeste. - Los demás lo siguen buscando, por si se fue a otro lado, pero nada... ONU, qué pasa si...? - Dejó la pregunta al aire, al ver como un uniformado de FBI (quien también había llegado) cargaba un cuerpo desmayado.

- Señor, sigue con pulso - Informó, con el casco cubriendo sus ojos.

- Traiganlo - Ordenó FBI, saliendo del hogar de aquel país, siendo seguido por su soldado.

- ¡Viejo! - Gritó Bs. As. siendo detenido por ONU. - ¡Dejame ir con él! - Ordenó bajo presión, recibiendo una mirada seria de la organización.

- Llama a los demás, pueden dejar de buscar - Fue lo único que le dijo, con su respectivo tono calmado y serio.

ONU estuvo al tanto de la situación de Argentina, siendo seguido por FBI, quien escribía un informe sobre cada cosa que ocurría.

- Repite - Pidió ONU, observando al país albiceleste a través de la ventana.

- República Argentina, 279 años como país libre. - Comenzó a dictar aquel hombre de uniforme policíaco. - Casado con Estados Unidos Mexicanos, más conocido como México, con quien tiene un hijo llamado Arico Mateo - Miró a Argentina con seriedad.

- FBI, ya sé todo eso - Interrumpió con cansancio.

- Bien - Levantó la hoja con la información básica del país. - Cortadas en ambas muñecas, parecen haber sido hechas encima de otras que pudieron haber sido entre mayo y agosto - Miró a ONU, esperando alguna reacción. - Hemos visto las cámaras de seguridad, ha intentado suicidarse desde hace un año y algunos meses. - Volteó a la hoja.

- Continúa - Pidió, mirando de reojo a la pequeña organización.

- Dos veces con electricidad, pero se le cortó tal en aquellos momentos. Intentó con una cuerda, pero pareció haberse arrepentido en cuanto se tiró. - Entrecerró los ojos, era algo muy grave y no merecía la poca importancia que recibía. - Comenzó a cortarse en las noches, cuando sus provincias salían a trabajar y de vez en cuando en el día. - Terminó el reporte de la situación. - Sus provincias han hablado de ello, pero no han intentado nada como Argentina. Ellos han hecho todo lo ordenado, pero siguen estando estancados y su gente no ayuda demasiado.

- Vigilen todos sus movimientos, a cada momento. Interrumpan en cuanto intente dañarse, si sus provincias salen, siganlas. - Terminó por irse, mientras FBI se quedaba observando al país.

- Sé como se siente, Argentina. - Frunció el ceño, levantó su brazo y pasó dos dedos por la zona de la muñeca (la cual estaba cubierta por su camisa blanca y muñequeras negras).

Dió un último vistazo al latino y se retiró, para comenzar la organización de la vigilancia del albiceleste.

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- ¡Movelo conchudo! - Gritó, haciendo fuerza con todo su cuerpo para sostener aquel armario. - ¡SANTI DALE! - Quejó, perdiendo sus fuerzas.

- ¡Se trabó! ¡Llamá a SanFe! - Pidió, intentando destrabar el mueble.

- ¡Si dijo que hoy cocinaba ella, se fue a comprar! - Seguía gritando. - ¡¡RÍOS VENÍ PORFA!! - Alargó la "A" y recibió un grito de "¡Voy!" al instante.

Entre Ríos terminó ayudando al país y la otra provincia a llevar el armario nuevo al cuarto de Catamarca, quien necesitaba uno hace tiempo. En cuanto terminaron, bajaron a tomar algo fresco y descansar.

- Uff... Che, al final qué pasó con lo de Bolivia? ¿Hicieron el trato? - Comenzó a tomar tragos grandes de agua, pues se había agotado.

- Sí, pero nos juntamos mañana, va a ser casual, llevo mate - Sonrió, viendo al país.

- Mandale saludos - Sonrió e inconscientemente miró su muñeca, suspirando.

- Ya pasó, lo importante es que estás bien todavía - Ánimo Santiago al mayor. - ¿Sabes? Voy a ver a Boli acá en una quinta, viene con el nene - Miró la reacción del mayor, el cual sólo se sorprendió. - Vení, sabes que Baires se va a hacer unos informes para ONU en Bélgica y como ya estás bastante apto para dirigir... - Dejó la idea al aire, pero esperaba una respuesta del albicelste.

Lo pensó, hace años no veía a su vecino, ¡mucho menos conocía al niño! ¿Cómo se lo tomaría Bolivia?

- No creo... - Respondió dejando el vaso donde había tomado agua en la mesada.

- Tarde, le dije a Bolivia que vamos los dos - Sonrió, dejando el celular en la mesa.

- ¡Santi! - Quejó, pero sonrió con la sonrisa de su provincia.

Terminaron haciendo nada, pues lo de aquel día ya estaba hecho. Argentina hizo sus informes, Santiago del Estero respondió algunos mensajes sobre trabajos y fechas para juntas con algunos vecinos geográficos.

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- Quiero irme - Habló Argentina, postrado en una camilla, conectado a varias maquinas. - Dejenme ir a casa... - Pidió, moviendo la cabeza de un lado a otro.

Estaba en un cuarto personal del hospital, siendo vigilado a toda hora por CIA y sus hombres, quienes no tenían permitido hablar con el paciente.

- Dejenme... Ir... - Tomó dos grandes bocanadas de aire, pues seguía débil por la perdida de sangre y recursos.

- Arge... Arge... - Oyó, y vió a una mujer con vestimentas militares antiguas.

- ¿Q-quién sos? - Preguntó, confundido, pues se suponía que estaba completamente atado.

- ¿Ya me has olvidado? Creí que no... Estás tan grande, tienes mi mirada... - Sonrió, acariciando la mejilla del país. - Oh, dulzura, no me pongas esa cara... Me haces recordar a Imperio - La nostalgia la atrapó, pues veía en Argentina un brillo que conoció alguna vez.

- No te conozco, andate - Giró la cabeza, sintiendose molesto.

- No, no lo haces, pero tu gente alguna vez fue la mia... La de tu padre... Oh bueno, no será tu padre en si... Han pasado muchos años... Casi 100 y algo, supongo, pero tenes su misma aura... - Seguía mirandolo, hasta el momento no había apartado sus ojos del país.

- Señor, está hablando solo - Comunicó CIA por un transmisor, observando la "conversación" de Argentina.

- Pide que lo ceden, haganlo dormir, sólo delira - Habló rápidamente la ONU, y con su tono se notaba molestia.

- Ve, avísales que delira - Ordenó a un hombre suyo, para él seguir viendo la pantalla.

"¡No soy tu familia! ¡No tengo familia!"

Se oyó cuando los profesionales comenzaron a administrar anestesia al paciente, quien comenzó a moverse en desesperación y comenzó a gritar lo mismo todo el tiempo.

Amor a la... [Countryhumans]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt