Nuestro compromiso [WangXian]♡

Amenaza latente

Ya habían pasado dos semanas de lo ocurrido con la carta, incluso para olvidar el tema la había guardado muy bien y había olvidado donde, ni si quiera se había atrevido a preguntarle a cualquiera de su familia si había sido algún tipo de broma, simplemente lo había dejado pasar.

Ya aquella mancha de preocupación se estaba borrando, podía al fin dejar de fingir que no tenía nada en mente, por que agradecía el echo de poder mentir, Lan Zhan ya le había preguntado en varias oportunidades si algo ocurría, le parecía que había algo que no lo dejaba brillar como comúnmente lo hacía. Mientras reía pensaba en como se había vuelto un libro abierto para su esposo en aquellos dos años, nada podía escapar del analizis de su marido, ya le conocía de pies a cabeza y predecía cada movimiento.

Habían tenido una mañana realmente tranquilizadora, bastante normal. Por la mañana luego de desayunar llevaron a su pequeño hijo A-Yuan de tres años al jardín, para luego él ser dejado en la universidad donde se reunía con Nie Huaisang junto a otro par mas de compañeros. 

En el transcurso de las clases recibió un mensaje de su hermano Jiang Cheng pidiendo que se vieran en la cafetería a la hora de almuerzo. Le extrañó un poco la petición de su hermano, por que en la tarde luego de clases habían quedado de ir a visitar a su shijie, supuso que había algo importante para decirle.

Llegando prontamente la hora de almuerzo se dirigió solo hasta el comedor de la universidad encontrándose con su hermano, que tenía una cara bastante extraña, bromeó con aquello, pero al parecer su hermano estaba con muy poco humor, aunque eso era generalmente. Pensaba que se iban a sentar a conversar en el mismo comedor, pero su hermano le pidió que lo siguiera. Caminaron en silencio lo que provocó mas su curiosidad, incluso le pareció sentir que Jiang Cheng estaba algo tenso, se preguntaba internamente si había algún problema tan grave como para que no pudieran conversar en un lugar rodeado de personas.

Llegaron hasta el auto de Jiang Cheng y le hizo entrar en el asiento del copiloto. Nuevamente intentó romper el hielo haciendo otra broma, pero Jiang Cheng reaccionó de una manera aun mas arisca, regalándole lo que le pareció un gruñido. Se disculpó y entró al auto, donde mientras Jiang Cheng buscaba algo en la guantera les rodeó el silenció. Al ser encontrado fue depositado en el regazo de Wei WuXian, quien miró a su hermano sin comprender hasta que este le hizo una seña para que abriera el sobre. 

 Sin mayor dilación sacó lo que estaba dentro del  sobre, al ver su contenido sintió que la sangre se congeló en sus venas, que su corazón se detuvo en un par de segundos y luego aceleró al máximo, sus manos temblaron, su cuerpo tembló. 

Era otra carta como la que había recibido, con el mismo mensaje amenazante, con las mismas letras, con el mismo sentimiento de amenaza.

Su hermano lo hizo aterrizar del remolino de pensamientos pidiendo una explicación, sin responder a su hermano lo llenó de preguntas ¿como? ¿cuando? ¿donde? ¿quien? Jiang Cheng se sintió algo confundido, con un grito calmó a su hermano del cual al ver sus ojos llenos de terror descartó la posibilidad que fuera una de sus bromas. 

Su hermano trató de calmarlo de la mejor manera posible, pero no había posibilidad que se calmara. Ya esto no podía ser un error, no había manera que fuera parte de una broma, una muy cruel por cierto, ¿quién se daría ese trabajo? ¿Quién podría ser tan cruel de causar tanto terror?

Guardó la carta e inmediatamente llamó al jardín donde estaba su pequeño, por suerte todo parecía marchar bien allí, por lo que le insistió a su hermano que lo llevara con su shijie.

En el camino nuevamente fue cuestionado por su hermano, pero le pidió, incluso le hizo jurar que no le diría a nadie, no quería preocupar al resto de su familia, asegurando que podía ser algún tipo de extorsión para sacar dinero, que lo había vivido hace un año, aunque aquello fuera una completa mentira.

Al llegar a donde su hermana y verla tan alegre como siempre sintió un pequeño alivio, pero aun así la interrogó sobre si había recibido alguna carta extraña, ante la negativa decidió cambiar de tema y ante su insistencia se quedaron a compartir la merienda. 

En medio de la visita se apartó un momento de sus hermanos y fue hasta la cocina donde estaba el ama de llaves, con quien se llevaba realmente bien, le preguntó sobre cualquier situación extraña encargándole que se comunicara si ocurría cualquier cosa extraña. La mujer aceptó seriamente, le había entendido y como también sentía afecto por la familia tomó el encargó con gran responsabilidad.

Llegando la hora de irse se separaron. Jiang Cheng antes de despedirse de él dejándolo en el jardín del pequeño A-Yuan le insistió que si necesitaba ayuda la pidiera que no hiciera las cosas él solo, aunque aceptó el regaño y aseguró que lo haría, no estaba dispuesto hacerlo. 

Al llegar a casa con su amado esposo y su pequeño hijo trató de dejar de lado aquella preocupación, tampoco quería que Lan Zhan se involucrara y ahora se le viera afectado a él nuevamente, pero no contaba con que su marido ya sospechaba que algo andaba mal, se dio a entender mientras cenaban con un par de preguntas, por lo que quiso cambiar el enfoque.

Alegó a aquella promesa que habían echo la noche cuando habían encontrado a su pequeño A-Yuan, sobre que tendrían una familia, sabía que no era el momento para pensar en ello, por si lo que estaba viviendo era una real amenaza, pero al menos con ello podía distraer a Lan Zhan. Insistió que ya habían cumplido con los dos años y el trato no era relevante, por lo que quería que comenzaran a agrandar la familia adoptando mas niños.

Lan Zhan sintió algo de alivio al pensar que eso era lo que traía a su esposo tan distraído y aceptó con gusto la preocupación y petición, primero haría las averiguaciones para luego proceder a la adopción.

Wei WuXian se sintió algo inquieto en su corazón por mentirle de esa manera, pero el verlo feliz con la petición le dio un sentimiento de calma. Fue consciente al cien por ciento de lo que estaba viviendo, del amor que se profesaba con su esposo, de la suerte que tenía de tener al pequeño A-Yuan, de vivir rodeado de amor cada día y no dejaría que nadie le arrebatara aquello. Nunca. Jamás, fuera lo que tuviera que hacer para mantenerlo.