✽ Capítulo 3 ✽

9.8K 672 658
                                    

—¿Señor Lee?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Señor Lee?

—¿T/n? —se sorprendió él al verme, claramente no sabía que se trataba de mí hasta que vio mi rostro—. Sabía que tu nombre se me sonaba conocido cuando Min Ah me lo mencionó...

—Yo ni siquiera sabía que usted tenía hijos —murmuré incómoda—. Vaya coincidencia que usted sea el padre de los chicos que voy a cuidar...

—¿Y qué si soy su padre? ¿Hay algún problema con eso? —cuestionó con una ceja levantada.

—B-bueno, yo... P-pensé... —intenté decir algo pero la manera en la que me estaba mirando me daba miedo.

—No hace falta que digas nada, seguramente no vale la pena.

—¿Y ahora qué, se lo va a decir a mi madre? —me quejé mirándolo con fastidio.

—¿Tu madre? —repitieron los chicos confundidos.

—Él y mi madre trabajan juntos —les aclaré.

—Sí, así es, y yo soy su supervisor... Y veo que también voy a tener que supervisarte —soltó Jong Suk con desprecio.

—Eso no es cierto —murmuré—. Ya no soy una niña y menos una fisioterapeuta.

—Entonces haz bien tu trabajo.

—Sí, lo siento mucho, señor —dije bajando la cabeza. No, no estaba arrepentida para nada y mucho menos me sentía intimidada, pero quería conservar mi trabajo aunque sea un solo día—. No volverá a pasar.

Tenía tantas ganas de decirle sus verdades en la cara. Por lo que me había contado mi madre, sumado a las pocas veces que lo he visto en el hospital, Lee Jong Suk es un hombre serio, aburrido, indiferente e increíblemente honesto. Un idiota para resumir y ahora lo iba a ver más seguido que nunca.

—Eso espero... —me contestó el hombre en voz baja para luego dirigir su mirada hacia sus hijos—. Solo pasé para saludar, tengo mucho mucho trabajo que hacer.

—Suerte en el trabajo, papá —soltó Kai con una sonrisa algo incómoda.

—Cuídense, por favor, en el caso de que no los puedan cuidar —aconsejó Jong Suk ignorando el comentario de Kai.

—Lo que me faltaba —murmuré al escuchar la puerta de entrada.

—Qué incómodo —soltó Yeonjun.

—Ya olvídenlo —me quejé—. ¿Por qué no mejor van a sus habitaciones y hacen lo que se les da la gana? Me da igual...

—Como digas —escuché a Taehyun.

Todos se fueron lentamente con las cabezas gachas, como si pudiesen sentir lo mismo que yo al ver a ese hombre. Y luego me puse a pensar que, en realidad, Jong Suk no le había prestado mucha atención a ninguno de ellos.

NIÑERA ✦ TXT Y TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora