¿Crees que es fácil cuidar niños? Para T/n no lo era, ya que nunca en su vida había cuidado uno.
¿Pero qué tal si tiene que cuidar a cinco chicos? ¿Y si son todos adolescentes? ¿Y si le comienzan a gustar los cinco a la vez?
No, ella nunca imaginó...
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—¿Hola? ... ¿Qué?
¡Acabo de salir de la universidad de mis hijos, T/n, y ya me informaron de todo! ¡Voy a verlos de inmediato!
—¡Espere, no! No estamos en casa —intenté frenarlo pero siguió gritando.
Rapidamente agarré un papel cerca mío y comencé a hacer ruido contra el teléfono.
—No lo escucho muy bien —dije y colgué de inmediato.
Inmediatamente comencé a juntar todas las cosas de la manera más desordenada imaginable. Me puse mi pantalón y un abrigo a la velocidad de la luz y subí todo a la parte de atrás del auto.
—¡¡Chicos!! —grité lo más alto que pude, realmente no me importó si había gente— ¡¡Ya salgan, nos vamos a casa!!
Me fijé en la hora. Eran las 17:48 y teníamos una hora de viaje hasta llegar a casa. Y además tenía que esperar que los chicos se secaran para subirse al auto.
Miré hacia el mar y ya estaban todos saliendo del agua.
—Tengan, séquense rápido —ordené pasándoles toallas rápidamente—. Tenemos que irnos.
—Les dije que había que aprovechar el tiempo porque T/n se iba a arrepentir —recordó Taehyun con una media sonrisa.
—¡No estoy bromeando! —grité exaltada esperando que se apuraran.
—¿Por qué estás tan histérica? —preguntó Yeonjun mientras se secaba con la toalla—. Hace un rato estabas con una sonrisa de lo más encantadora.
En otra situación quizás me habría sonrojado, pero estaba tan alterada que no podía.
—Si ya terminaron, súbanse al auto —ordené duramente.
Yeonjun levantó las cejas por la ignorancia a su pregunta, pero no dijo nada al respecto.
En dos minutos, ya estábamos listos para irnos.
Arranqué apurada una vez que todos estaban a bordo y comencé a conducir regreso a casa, con la velocidad un poco elevada.
—¿No vas a contarnos el por qué de tu actitud? —preguntó Soobin desde un asiento de atrás.
Habían cambiado sus lugares, quedando Yeonjun a mi lado; Kai, Beomgyu y Soobin atrás y al fondo Tae.
Concentrada en manejar, preferí ignorar su pregunta.
—Al parecer eso es un no —murmuró Beomgyu mirando a la ventana.
Mordí mi labio inferior y subí un poco más la velocidad.
