¿Crees que es fácil cuidar niños? Para T/n no lo era, ya que nunca en su vida había cuidado uno.
¿Pero qué tal si tiene que cuidar a cinco chicos? ¿Y si son todos adolescentes? ¿Y si le comienzan a gustar los cinco a la vez?
No, ella nunca imaginó...
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—¡Min Ah quiere llevarnos a China con ella!
Abrí los ojos por la sorpresa pero, con el ceño fruncido, miré a Min Ah.
—¿Qué es eso de que se los quiere llevar?
—No te metas, T/n. Este es un asunto familiar.
—Familiar, un cuerno —dije de manera irrespetuosa—. ¿A qué se los va a llevar?
—Q-Quiere que vivamos allá —respondió Kai con la cabeza gacha.
Sentí un pinchazo en el pecho.
—¿¡Desde cuándo le tienen que dar explicaciones a una niñera?! ¡Se están comportando como niños caprichosos!
—¿Caprichosos nosotros? ¿Qué hay de ti y tu loca idea de llevarnos hasta la China? —se quejó Soobin tranquilamente—. Eso es ser caprichosa.
—¡Quiero tenerlos conmigo para asegurarme de que van a estar bien!
—¡Aquí estamos bien! —gritó Taehyun agarrando su cabeza con fuerza, estaba frustrado al igual que el resto de ellos.
—¡Jong Suk ya me contó todo!
Silencio. Todos la miramos sorprendidos.
«¿Qué fue lo que hiciste, Jong Suk?»
—¡Así que ya no puedo confiar más en ti, T/n! ¡Por eso me los llevo conmigo!
—¡Ya tenemos edad para elegir sobre lo que queremos! ¡No puedes llevarnos sin más!
—¡Quizás ustedes dos, sí! ¡Pero ellos no! —gritó y señaló a Tae, Beomgyu y Kai.
—¿¡Entonces quieres separarnos de ellos?! ¿¡En serio vas a separarnos de nuestros hermanos!? —gritó Soobin por primera vez desde que entré.
—¡Yo lo que quiero es unirnos como familia! ¡Que vengan conmigo, para poder cuidarlos como mis hijos! ¡Eso hace una madre!
—¡No quieres cuidarnos! —acusó Taehyun—. ¡Lo que quieres es que vayamos a China para ponernos una niñera allá! ¡No actúes como la madre ejemplar! ¡Ah, cierto, como eres actriz, es lo único que haces bien!
—¡Siempre hice todo por y para ustedes! ¡Para que tengan todo y nunca les falte nada!
—¿¡Pero para qué quieres llevarnos allá ahora?! —exclamó Beomgyu fastidiado—. ¡Ya estamos por terminar la escuela! ¡Tenemos todo lo que necesitamos aquí!
Mi cabeza trabajaba a mil. Mis manos comenzaron a sudar.
—¡T/n, ya lárgate! ¡Necesito hablar de esto a solas!
—¡No me largo nada! —me quejé histérica.
—¡Eres una maleducada!
—¡Quizá tengas razón Min Ah! ¡Soy una maleducada, pero soy maleducada porque nunca tuve a nadie que me eduque!
