Capítulo XI: Durmiendo.

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Molestias Menores.

Capítulo XI Durmiendo.

Autor Original Mysterious Penname.

Traductor Tony Trinket.

L miró hacia abajo a Light, que se había desmayado en el piso de la cocina unos minutos antes, y frunció el ceño. Darle un tranquilizante verdaderamente fue un buen plan, pero podría haberlo planificado mejor.

¿Cómo lo muevo?

El detective se puso en cuclillas frente a Light y metió su pulgar en su boca, con una arruga en su frente. Esa era una situación desafortunada: L finalmente tenía un poco de paz y tranquilidad, pero estaba atascado en la cocina. Y, notó con un gruñido molesto, ¡la nevera no estaba a su alcance!

Decidiendo el mejor curso de acción, L se arrodilló y deslizó un brazo por los hombros de Light y otro por debajo de sus rodillas, exhalando.

Su espalda crujió espantosamente.

"¡Maldición, Light-kun! ¡No debí haberlo dejado comer esa tarta la noche pasada!" susurró, soltando al más joven y quedando de pie frente a él.

Entonces, tuvo una idea.

Cogió una manta rosa en la que había visto a Light acurrucarse la noche anterior, la cual el chico había dejado convenientemente sobre la mesa, y la arrojó al suelo. Entonces se arrodilló nuevamente y, con un poderoso empujón, hizo rodar a Light hasta esta. Se paró, tomando el extremo de la manta, y tiró.

¡Éxito! Pensó mientras arrastraba a Light por el final del pasillo hacia la habitación. Una vez ahí, dejó a Light en el suelo y trepó a la cama, listo para dormir un poco. No muy a menudo tenía esa necesidad de dormir, pero después de ese viaje en coche estaba agotado.

Se durmió.

Un par de horas después, Light despertó y parpadeó adormilado, mirando la habitación.

¿Por qué estoy en el suelo?

Se sentó, gimiendo cuando su cabeza le dio vueltas. Todo parecía confuso...

"¡Me drogó!" murmuró Light, recordando haberse caído dormido repentinamente antes en la cocina.

L abrió sus ojos cuando sintió un peso extra en la cama. Oh, no puede estar despierto. Por favor, solo un par de horas más de paz...

"¡Apartate, Ryuuzaki!" siseó Light, golpeándolo en la espalda.

"Yo espero que Light se dé cuenta de la imprudencia que es levantarme a estas horas."

"¡Tengo frío, mueve tu escuálido culo!"

"Encuentro la voz de Light-kun aun más irritante en la oscuridad."

"¡Bien!"

L apretó el puño cuando Light pasó por encima de él, asegurándose de de pegarle rodillazos a lo largo del camino.

Light se acomodó bajo las sabanas y uno un momento en el que no es escuchó otro ruido que el de los autos corriendo veinte pisos más abajo. L se relajó y comenzó a dormirse de nuevo...

"¡Ryuuzaki! Deja de acaparar la manta."

"Distribuí la manta por igual en ambos lados de la cama," dijo L cansadamente.

"¡Pero estás tirando de ellas! ¡Se van a romper!"

"¡Light-kun es un niño!" estalló L, y tiró de la sabana más fuerte.

"¡Solo tengo frio porque tú me dejaste en el suelo luego de drogarme!" respondió L, y tiró hacía atrás violentamente.

"¡Eso es porque Light-kun nunca para de hablar, y después de ese viaje en el coche, necesitaba dormir!"

"¡Ya dejé de hablar!"

"¡No lo haces!"

"¡Hazlo también!"

En este punto, la pareja se peleaba por las mantas con tanta fuerza que amenazaban con romperla, y no poco después...

¡Riiiip!

L se paralizó y trató de calmarse a sí mismo. Podía sentir su cara calentándose por la furia y no quería hacer nada apresurado a Light.

Estaba calmado, entonces Light habló:

"Bueno, bien hecho, Ryuuzaki. ¡Rompiste las mantas! ¡Ahora va a estar todo helado y con viento y no seré capaz de dormir! ¡Espero que estés feliz!" dijo con un resoplido.

L se encontró mordiéndose el pulgar intensamente y lo sacó, saboreando la sangre. "Light-kun."

"¿Qué, Señor mejor detective?"

L se dio la vuelta y, con una fuerza que no había tenido antes, recogió a Light y lo arrastró a un lado de la cama de nuevo en su manta de color rosa. El adolescente cayó con un "¡whump!" y L se estrelló de nuevo contra el colchón y cerró los ojos.

"Light-kun permanecerá en silencio durante el resto de la noche y no me irritará, tocará, ni respirará cerca de mí hasta que haya dormido durante dos horas y me haya despertado."

L volvió a dormir, y Light lo fulminó con la mirada.

L despertó con una almohada golpeándolo en el rostro unas dos horas después.

Pateó a Light y el joven chico cayó con un "¡uf!"

"¡Subiendo a siete por ciento!"

"¡Vete al demonio!"

Así comenzó un nuevo día juntos.

FIN (sí, este es el fin (?)

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