Capítulo XLV: Doctor.

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Molestias Menores.

Capítulo XLV Doctor.

Autor Original Mysterious Penname.

Traductor Tony Trinket.

"En verdad debería echarle un vistazo al dedo de Light-kun-"

"¡No! ¡No quiero que te me acerques!" Light puso sus manos sobre su cabeza y se hizo un ovillo entre sus rodillas. "¡Soy repugnante!"

"Light-kun nunca será repugnante, incluso si él... se pusiese maquillaje de payaso."

"¡¿Entonces estás diciendo que estoy a solo un paso de parecerme un payaso?!

"Nunca dije eso..." L se desplazó hacia al lado de Light en el sofá, tratando de mirar su dedo del pie.

"¡Es rosado! ¡Rosado! ¡Lo odio! Odio mi cabello, mi cara, mis muslos..."

"El dedo de Light-kun-"

"¡Odio eso también!"

"-está morado y azul. Luce peor que ayer."

"¡Soy un fenómeno! ¡Un fenómeno multicolor!"

"Debería llevar a Light-kun al doctor-"

"¡También deberías simplemente sumergirme en tinta arcoíris y acabar con esto! ¡Acaba con esto!"

"Watari no está disponible justo ahora..."

"¡¿Dónde está Mumu?! ¡Quiero a Mumu!"

"Supongo que tendré que conducir."

"¡Cualquiera sea la deidad jugando conmigo tiene que parar! ¡No soy un mero objeto para ser torturado, yo soy un ser humano digno, honorable!"

"Ven, tendremos que usar ese todoterreno del garaje."

"...Espera, ¿A dónde vamos?"

"Al doctor."

"...Dame uno de tus gorros."

DNDNDNDN

L empujó a Light desde el asiento del conductor (probablemente un movimiento rudo considerando el lastimado dedo), y trepó tras él, ignorando los lloriqueos y quejas viviendo del joven.

"Light-kun, esto es una emergencia; requiero silencio."

Light abrochó su cinturón de seguridad y se cruzó de brazos, sus gorrito de lana purpura y rojo puesto sobre su cabeza. El pompón blanco en la punta del sombrero balanceándose con cada movimiento y pequeños mechones rosas de cabello saliéndose por los costados.

L murmuró instrucciones de conducir para sí mismo mientras salían del garaje y se encaminaban al hospital.

"Ryuu, ¿pediste un turno para mi, verdad?"

"Sí, llamé hoy temprano. Y no me llames Ryuu."

Light se sacó los zapatos y las medias, poniendo su pie derecho sobre el tablero del auto, mirando su dedo. Era un engrane de diferentes colores y seguía palpitando desde el día anterior. "Duele... ¿Crees que esté roto? No puedo caminar sobre él..."

"No sé mucho sobre pies, Light-kun." L apretó el volante mientras iban moviéndose lentamente por la calle, frenando violentamente cada pocos segundos.

"Hmm. Dueeeeeeeleeeeee-"

"¡Silencio! Estamos llegando a nuestro destino."

Conducieron tranquilamente un rato hasta que Light, aburrido, súbitamente reveló algo que había estado escondiendo bajo su chaqueta.

Molestias MenoresWhere stories live. Discover now