Molestias Menores

Capítulo XLIX: Supermercado.

Molestias Menores.

Capítulo XLIX Supermercado.

Autor Original Mysterious Penname.

Traductor Tony Trinket.

Caminar a la tienda no debería haber sido un calvario.

No estaba muy lejos, las aceras no estaban llenas de gente, y L y Light estaban esposados juntos, así que no podían separarse y perderse. Pero Light parecía estar preparado para convertir la caminata en un melodrama enorme e innecesario, y L no estaba de humor para ningún comportamiento tonto.

"¿Podrías por favor sacarnos estas esposas? ¡La gente nos está mirando!" Light trató de empujar a L hacia un callejón, pero el mayor solo siguió caminando.

"Por favor, ¿Ryuu? ¡Deja de arrastrarme como a un animal!"

"¡Deja de actuar como uno!"

Light hizo un pequeño sonido ofendido y cruzó los brazos en una pequeña rabieta. No hablaron durante un rato mientras pasaban unas cuantas personas en la acera, una de ellas una mujer con su perrito.

"¡Ohh, miralo!" Exclamo Light, arrodillándose para acariciar al perro. "¿Cuál es su nombre?"

"Fu-fu," contestó la mujer, un sonrojo cruzando su cara cuando notó las cadenas conectando a los dos jóvenes tan diferentes en apariencia.

"¡Ella es a-do-ra-ble!"

L bajó la mirada hacia Light. En serio, ¿era necesario que lo dijese de esa manera? Tiene que hace cada pequeña cosa un show siempre...

"¡Acaríciala, Ryuu!"

"No me llames así."

La mujer sonrió a L. "No te preocupes; no muerde," le aseguró.

L, frunciendo el ceño y deseando tener algo de pastel, se agachó y extendió la mano hacia el perro. Éste se volvió hacia él, ladró agudamente y, mostrando sus pequeños dientes puntiagudos, saltó hacia adelante y se enganchó a sus dedos.

"¡Sácalo! ¡Saca al perro!" Gritó L. Light apresuradamente tomó a Fu-fu y la empujó lejos de L, lanzando el pequeño monstruo hacia la mujer.

"¡Deberías controlar a tu roedor la próxima vez!" gritó el adolescente. "¡Míralo, lo hizo sangrar!"

"E-Ella nunca hizo algo así antes..." tartamudeó la mujer. "Lo siento mucho, yo-"

"Nos vamos. Ven, Ryuu." Light tomó la lastimada mano de L y tiró de él por la acera. L se dejó arrastrar y trató de distanciarse de la situación; después de todo, la tienda estaba solo bajando la calle.

"Light-kun debe soltar mi mano."

"Perdón." Light tomó su otra mano en cambio.

"Light-kun debe soltar mi mano," repitió L, dientes apretándose en un intento de calmar su temperamento.

"Perdón." En alternativa, Light tomó la cadena. Bajó la mirada hacia su propia mano, la cual estaba cubierta por la sangre de L, y casi se atraganta. "¡En verdad necesitamos lavarte, Ryuuaki!" dijo. "¡Vas a tener una infección!"

Ignorando el agujero rogando por azúcar en su pecho, L siguió a L acera abajo y entró a la tienda. El más joven inmediatamente lo empujó hacia el baño y comenzó a frotar por sobre la mordida del perro.

"¡¿Qué tal si tenía rabia?! Tal vez tenga una enfermedad, o... o... ¡No lo sé! ¡Tenemos que limpiarla!"

"Light-kun-"