Fecha de ese día: 03 de Mayo.

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Un año después.

Me desperté, me dolía todo el cuerpo, como ya era costumbre, me cepille, tenía hambre, ya casi era hora de salir, me vestí, me iba a mirar en el espejo pero recordé que no me podía ver en ellos, la costumbre de cuando era mortal en todos esos siglos no se había ido, Salí de mi habitación y estaba caminando por uno de los largos pasillos de mi castillo, me acerqué a un balcón, me convertí en murciélago y comencé a volar, me dirigí al pueblo, entré en una casa con la esperanza de encontrar alguna muchacha virgen, para que sea mi "Desayuno" y la encontré, estaba dormida, me acerqué silenciosamente a su cama y me acosté a su lado, con uno de mis dedos quite su rubio cabello de su lindo cuello, ella parecía un angelito, la contemplé un momento, relamí mis labios, con la misma mano con la que retiré su cabello, la pase por la cintura de la joven, y la acerque mas a mi, besé un poco su cuello y ella se despertó, inmediatamente cubrí su boca con mi mano "Shh no grites" le susurré al oído, le di un beso en la mejilla y poco a poco baje mis labios a su cuello, y con una sonrisa diabólica mordí su cuello, poco a poco note como su rostro perdía esa luz de inocencia, se apagaba, y se extinguía. Me levanté de su cama, caminé en dirección a la puerta y Salí de su habitación ¿Quién más vivirá con ella? Pensé, abrí una puerta y estaba otra dama en su cama, de seguro era una prima de la señorita que había matado, o incluso una hermana.

Unas horas después...

Ya era hora de regresar a mi castillo, ese día me tocaba torturar a mis prisioneros pero decidí entrar a una casa más, entré por una ventana, subí las escaleras, abrí la puerta de una habitación y me encontré con una pareja, entre, cerré la puerta y le puse seguro, me acerque al lado de la cama donde estaba la chica, se veía joven, era linda, lastima por que la iba a asesinar "¿Con quién voy a empezar?" pensé, me senté en el orillo de la cama y comencé a tocar la mejilla de la chica, ella se despertó y comenzó a gritar, eso despertó a su marido "Conde Drácula" dijo el.

-El único- respondí, me levanté de su cama preguntándome ¿A cuál mataré primero?

Minutos después...

Estaba admirando lo que hice, al hombre le había sacado los órganos, con sus intestinos lo colgué del techo, había sangre en todas partes, lo golpee como si fuera piñata, le arranque los brazos, le saque las venas y fue lo que use para coser su estomago, le corte la lengua para que no gritara, e hice que el se la comiera, pero no le había hecho nada a la mujer, me voltee y la mire, ella estaba cubierta de la sangre de su esposo, llorando e impactada por mi "majestuosa" obra.

Di unos pasos hacia ella, con una sonrisa macabra "No...Por favor" dijo ella, ya sabia lo que le esperaba, con un movimiento de mi muñeca hice que apareciera un largo palo con la punta muy afilada ¡NO! Grito ella, la agarre de su antebrazo y la tire a la cama, apoye el palo sobre una pared, se le abalancé encima y le quite la ropa, volví a hacer el mismo movimiento con mi muñeca y la até con unas cadenas, boca arriba a la cama, me levante, agarré el palo y comencé a introducirlo por su vagina, ella gritaba de dolor, eso me complacía estaba orgulloso de lo que estaba haciendo, de repente oí a un bebé llorar, odiaba eso, terminé de empalarla, me monté encima de la señorita y con una de mis largas uñas le corté la garganta, el bebé seguía llorando y me estaba estresando, me levanté y abrí la puerta, caminé por un pasillo siguiendo el sonido del llanto, y encontré la habitación en donde se encontraba, cerré la puerta y me acerque a la cuna, y la vi, era una niña muy linda, blanca como la nieve, su cabello castaño y sus ojos azules como el mar, en la cuna estaba escrito el nombre de la pequeña "Luciana" se llamaba.

-Hola- dije juguetonamente- no llores, yo se... Mami y papi no van a volver, ¿sabes por qué? yo los mate, y ahora solo faltas tu- Salí de la habitación, y busque una almohada, estaba estresado y solo quería acabar con eso e irme a torturar a más personas, volví a entrar al cuarto donde estaba la bebé- Respira hondo- dije, y le puse la almohada en la cara, di media vuelta y cuando toque el pomo de la puerta sentí algo, como un sentimiento de culpa, di un puñetazo a la pared, me di vuelta, me acerque la a cuna y le quite la almohada de la cara a la bebé, lancé la almohada contra la pared, agarré a Luciana y la mecí en mis brazos " Shh...Cálmate" le decía, ella se quedo dormida, me senté en una silla que estaba en ese cuarto ¿Qué me pasaba? Me pregunte a mi mismo, en todos estos siglos torturando gente, sin sentir piedad, perdí todos mis sentimientos ¿y ahora una niña hace que me humille de esta manera? No podía estar pasando.

Me levante de la silla "Nunca e probado la sangre de un bebé" pensé, acerqué mis labios a su cuello y cuando mis colmillos rozaron su piel, volvió ese raro sentimiento pero esta vez más fuerte, no la mordí ¿Y si me la llevo? "Cuando crezca podría comerla" Pensé, me pareció una buena idea, baje las escaleras abrí la puerta y me fui.

Iba caminando de regreso a mi castillo, el ambiente estaba muy frío, y me di cuenta que la bebé sentía frío, se me había pasado por alto el traerme su manta, la senté en una roca y me quite mi capa para arroparla, lo hice y seguí caminando.

Cuando llegue a mi castillo pude ver la expresión de sorpresa de varios de mis sirvientes, llame a una mujer y le dije serio- se llama Luciana, mañana voy a buscar algún mortal para que cuide de ella en el día y en la noche tú junto a otras mujeres la cuidaran- ella hiso un gesto afirmativo y le entregué a la bebé- y traten de no encariñarse mucho con ella- "Si Conde" respondió ella de una manera sumisa, esa noche no fui a torturar a mis prisioneros, estaba muy cansado y ya casi iba a amanecer.

Tú eres mi única debilidadWhere stories live. Discover now