El anillo y el collar.

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Nota: Narra el Conde Drácula.

Estaba sentado a la orilla de un acantilado mirando fijamente la luna.

Oh hermosa Luna

Testigo de mis amores

Testigo de mis corazones rotos

Sé que solamente estoy en busca de afecto

Sé que solamente ella puede dármelo

¿Por qué me tortura?

Si yo lo único que he hecho es amarla

Oh hermosa Luna

Testigo de mis caricias

Testigo de mi cariño

¿Algún día ella sentirá lo mismo por mí?

Recité mirando al cielo.

Una lágrima recorrió mi mejilla, nunca había sentido esto con nadie, nuestro amor era prohibido, la única solución que tenía era morderla pero no era capaz de transferirle mi maldición, ella con el paso del tiempo envejecería y moriría, y yo viviría eternamente.

Nunca esperé encariñarme tanto con Luciana, y mucho menos enamorarme.

Recuerdo

Recuerdo cuando te encontré

Sola e indefensa en aquella humilde casa

Sé que te arrebaté de tú familia

Y te pido perdón

Sé que te hice daño

Sé que no soy digno de tú respeto

Pero por favor

No me tortures en este juego del amor...

Miré para abajo y vi todas esas piedras con formas puntiagudas, vi la marea azotando contra ellas, me levanté, y me fui de aquel nostálgico sitio.

Como un alma perdida vague por el bosque, la nieve caía en mis hombros y se enredaba en mi cabello.

El ambiente estaba frío, una espesa neblina cubría las montañas y yo me sentía destrozado.

Miré al frente y logré percatarme de un ente flotante frente a mí, ¿Quizá un Fantasma?, No lo sabía pero no sentía miedo.

-¿Quién eres?- pregunté.

La mujer con vestido blanco no respondió, se dio media vuelta y comenzó a ir hacía alguna parte, yo sentí curiosidad y comencé a seguirla.

No sabía a donde iba, solamente sabía que estábamos en medio de la nada, La mujer desapareció y más adelante vi una luz color azul que brillaba con intensidad sobre la tierra.

En Transilvania existe una leyenda la cual cuenta sobre unas luce flotantes que indican el sitio donde está enterrado un tesoro, caminé hacia ella y desapareció, allí había algo, con magia desenterré el supuesto tesoro el cual era una caja, la abrí y saqué un hermoso collar.

-Para ella- dijo en ente el cual había aparecido de nuevo.

-Gracias- agradecí, y la mujer de nuevo desapareció.

Fui a mi castillo, entré a mi habitación puse el collar sobre mi cama y busqué en mi enorme closet una caja de regalo, no recordaba porque rayos la tenía ahí, pero ya tenía sus años.

La abrí y adentro tenía un anillo, se me ocurrió una idea, pero no estaba seguro si funcionaría, acomodé el collar con el anillo en la caja y lo puse sobre la mesita de noche que tenía al lado de mi cama, "Mañana se los daré" pensé.

Tú eres mi única debilidadWhere stories live. Discover now