Conociendo a los merodeadores (Sirius Black Y Casidi Potter)

capítulo 91 - un perdón una desgracia-

El cabello rojo de Casidi estaba más despeinado de costumbre, habia crecido desde su último corte e incluso le llegaba a la cintura, estaba enmarañado y risado pero lucía brillante y hermoso por los pasillos, se meneaba al compas de sus pasos, se movía con la brisa y cuando un rayo de sol le daba directo a su cabeza está parecía encenderse como una lámpara

- que hoy luces hermosa Cas - le dijo Sirius aquella mañana de sábado - estas para morir -

- ¿qué quieres Black? - el nombrado se hizo el ofendido

- ¿no puedo tirate un piropo sin ningún motivo? - Casidi rodo los ojos - además ¿por que me llamaste Black? -

Casidi fingió buscar una respuesta - no lose - dijo con sarcasmo - talvez por que es inusual en ti el tirarme piropos ademas de que me estas interrumpiendo en mi lectura ¿cómo quieres que te llame entonces? - y aquello era verdad ya que Casidi habia estado leyendo sola en el gran comedor esperando a la llegada de su madre, pero Sirius habia llegado de forma tan inesperada que la asustó y en vez de que pidiera disculpas se lanzó a tirarle piropos

- ¿que lees? - el chico se sentó a su lado pero no espero respuesta a su pregunta (después de todo no le interesaba que era lo que la chica leia) - ¿sigues molesta? -

Respiro profundo y termino por cerrar su libro - si, si sigo molesta y no creo mejore si tu vienes a robarme besos, tirarme piropos ademas de interrumpir mis lecturas - todo mundo esperaría que Sirius se sintiera mal por el echo de que aun no era perdonado por su amada, pero en vez de poner rostro triste o suplicar un perdon el chico sonrió con todo lo que pudo - ¿qué te hace gracia? -

Sirius toco la punta de la nariz de la pelirroja y se levantó estampado las palmas de la mano en la mesa - que era justo lo que quería oír - y sin previo aviso se subió a la mesa, no le importo estar en medio de el gran comedor, no le importo el que todo Hogwarts estuviera en el lugar y mucho menos le importo hacer el ridículo - ¡Damas y Caballeros! - grito para llamar la atención (cosa que no era necesaria ya que desde hacia rato estaba siendo el centro de las miradas)

- Sirius - se quejó de inmediato la pelirroja - ¿que estas haciendo? - tomo el tobillo de el merodeador y trato de jalarlo para que se sentará (fue inutil)

- ¡no es mi intención robar su tiempo! - alzaba las manos y daba vueltas en la mesa para mirar a todos, ademas de que comenzó a hablar de manera formal y educada (pero de una manera muy falsa) - ¡ni mucho menos hacer un espectáculo! - Casidi sabia que era mentira

- vamos Sirius - pidió pero no le hizo caso

- ¡quiero aquí frente a vosotros hacer mi mas grande, enorme, sincera y verdadera disculpa! - Casidi se golpeó la cabeza con la palma de la mano y comenzó a encogerse en el asiento

- por favor no digas mi nombre - pidió - por favor no me nombres a mi - rogó - no a mi - susurro

- ¡Casidi! - todas las miradas se dirigieron a ella - ¡Stone! - sintió que el color se le subía y cuando penso que había pasado lo peor estuvo muy equivocada, tal vez Sirius sólo habia echo eso para llamar la atencion o para que a Casidi le fuera casi imposible no perdonarlon (ya que todos los miraban) pero nunca se imagino que Sirius no era el único en aquel ridículo plan, ni mucho menos que algo más aparte del discurso sucederia, derrepente por arte de magia se escucharon tambores resonando por el gran comedor, tenían el ritmo de suspenso además de que en cada golpe Sirius bailaba un poco, primero movio el trasero, otro golpe alzó una mano y en el tercer golpe apuntó a la puerta entonces ahí justo donde el chico señalaba se alzaba un James con las manos al aire en señal de victoria

- ¡esto es por ti pelirroja! - grito - ¡para que nos perdones! - y de la nada soltó una bolsa en medio de las mesas de las cuatro casas, era color guinda, callo en un ruido seco, rodo un poco y cuando Casidi la vio no supo lo que era, los alumnos se habian parado de sus asientos para verla mejor y comezaron a murmurar lo que podía ser y entonces el ruido de las puertas cerrase los hizo dejar de ver aquel objeto, James había cerrado las puertas y habia desaparecido y justo cuando Casidi estaba por preguntarle a Sirius que habian echo, la bolsa explotó, al principio sólo había tirado un poco de chispas de colores pero estas terminaron por extenderse a los pocos segundos, se multiplicaron y las multiplicaciónes también se multiplicaron, los colores se combinaron y el verde y rojo se volvieron naranja, o azul o morado, los alumnos se habian quedando mirando como a los pocos segundo aquello avanzaba pero después se dieron cuenta que no podia tener fin, las luces y las explosiones de colores se fueron al techo, a las mesas, a los suelos e incluso a los alumnos, era como cuando los gemelos Weasley Fred y George habían echo estallar pirotecnia en el gran domedor, de echo era exactamente igual, la pirotecnia se había ido a atacar a los Slytherin, brillaba y hacia diferentes figuras a los alumnos e incluso se romolinaban enfrente de los profesores, las velas del gran comedor no iluminaban como aquello, los colores se apoderaron del lugar al igual que las risas y los gestos