El crepúsculo se estaba despidiendo de las tierras mexicanas acariciando suavemente con su manto cálido de tonos anaranjados aquel bello paisaje, donde los countries acompañados de la música del mariachi yacían festejando el cumpleaños del prometido del tricolor con emblema de águila, Chile reía alegremente por las locuras que sus compañeros realizaban; USA escuchaba atentamente a Perú quien alardeaba que su gastronomía era mucho mejor que la del mexicano mientras que Venezuela, Argentina, Canadá y los otros invitados comían felizmente aquellas delicias exóticas con las que el país contaba; chilaquiles, pozole, chile en nogada, mole, dulces tradicionales y un sin fin de delicias adornaban las mesas que se encontraban vestidas con tonos coloridos, todo era hermoso ¿y como no? Si el ruso merecía todo lo bello que México podría brindarle.
El vodka, el tequila y el mezcal no podían faltar, sin embargo, el mexicano tenía estrictamente prohibido que les sirvieran dichas bebidas a los countries antes de que él lo indique, pues la última vez que los países bebieron terminaron casi muertos y ONU no estuvo nada contento, el ruso se encontraba sentado al lado de su amado quien tras escuchar las palabras de Perú comenzó una riña y obviamente el tricolor iba ganado.
- Te dije, cabrón, mi gastronomía es la mera, mera - articuló victorioso escuchando como todos opinaban lo mismo
- Lo dicen porque le tienen miedo a tu tripalovsky ese - el ruso arqueo una ceja en dirección del bicolor quien rio nerviosamente y se disculpó, las risas no se hicieron esperar y las mejillas de Perú ardían como aquella tarde
- Rusky - habló el mexicano entrelazando sus manos con el nombrado quien le sonrió ligeramente, era jodidamente atractivo - te tengo una sorpresa, solo espérame aquí ¿sale?
El ruso se limitó a asentir y brindarle un casto beso al de menor altura quien enseguida salió del lugar, dejando a los demás con ganas de un romance así de bonito, quizá en ocasiones resultaban bastante tóxicos, pero nada que no se solucionara.
- ¿alguien sabe dónde se metió el weon? - pronunció Chile tras haber pasado aproximadamente 20 min, Rusia como era de esperarse solo se encogió de hombros y por poco se le cae la mandíbula cuando el mexicano apareció con un traje finísimo de mariachi; lucia precioso, aquel traje negro resaltaba su belleza en demasía, sin duda su México era realmente un dios
- Close your mouth my friend - se burló el gringo
Todos volvieron a reír, pero callaron cuando el mexicano grito un "échele mi paco, ay yay yay", los músicos no tardaron en seguir sus órdenes y la música comenzó a inundar los oídos de los presentes
Deja que salga la luna Deja que se meta el sol Deja que caiga la noche Pa' que empiece nuestro amor
Nadie en ese lugar podía evitar quedar sorprendido por la voz que el mexicano poseía, de verdad que no mentían cuando decían que México es un país con tesoros escondidos, el de ushanka estaba estático y el menor no tardo en darse cuenta, lentamente con movimientos suaves comenzó a acercarse a él conforme cantaba aquella canción tan bonita.
Deja que las estrellitas Me llenen de inspiración Para decirte cositas Muy bonitas, corazón
Tomó al ruso de las manos guiándolo en medio de los músicos, sonriéndole de igual forma como si fuera su mayor tesoro y efectivamente eso era, cuando el ruso llego a su vida, aquella cambio drásticamente jamás se había imaginado lo cursi que podía llegar a ser o lo mucho que alguien podía llegar a gustarle hasta nublar por completo todos sus sentidos, Rusia era distinto al resto; tan bueno, siempre lo apoyaba y ayudaba a levantarse cada vez que este caía, el descendiente de la URSS lo veía de manera distinta; solo amor, no interés, ni pisca de rechazo, en sus ojos resaltaba la admiración e ilusión cual niño en un parque de atracciones.
Yo sé que no hay en el mundo Amor como el que me das Y sé que noche con noche Va creciendo más y más Y sé que noche con noche Va creciendo más y más
Acuno el rostro del Euroasiático con su diestra y con la otra delineó una suave caricia en su mejilla, era hermoso incluso mucho más cuando sonreía, era un hombre, pero también un niño "su bebé", el amor de su vida, su todo, amaba cada parte de él; su pasado, cada cicatriz, sus defectos y virtudes, cada jodida cosa que lo hacían ser él.
Cuando estoy entre tus brazos Siempre me pregunto yo ¿Cuánto me debía el destino? Que contigo me pagó
Por eso es que ya mi vida Toda te la entrego a ti Tú que me diste en un beso Lo que nunca te pedí
México beso las manos del tricolor y reverencio quitándose el sombrero aun sin dejar de cantar, el ruso no podía sentirse más dichoso de tener a ese hombre como su prometido, vaya que no se equivocó cuando lo eligió a él como su meta desde chiquillo, el hispano a pesar de ser bello era todo lo que necesitaba él para sanar, para salir de la monotonía del trabajo y la responsabilidad, México trajo a su vida paz, alegría y un sin fin de emociones que el jamás imaginó sentir, no por nada era el país más frío, pero México, su México, pudo derretir cada barrera y calentar aquel glacial que tenia como corazón y no había dicha más bella que tenerlo en su vida, lo amaba y no había duda de eso.
Yo sé que no hay en el mundo Amor como el que me das Y sé que noche con noche Va creciendo más y más Y sé que noche con noche Va creciendo más y más
la canción llegó a su fin y el mexicano unió sus labios con los del ruso quien lo recibió gustoso, el de traje negro subió sus manos aprisionando las mejillas del euroasiático quien lo tomo de la cintura acercándolo más a él, los aplausos y gritos se escucharon por todo el lugar
- Te amo mi Rusia hermoso - unió su frente con la ajena - feliz cumpleaños
- Yo te amo más Мексика, más que nada en este mundo mi tlatoani
"que viva México señores" gritó Perú "y el tripalovsky también" añadieron los demás ganándose la mirada asesina de Rusia y una hermosa carcajada del hispano.
