"Ser capaz de olvidar es la base de la cordura. Recordar incesantemente conduce a la obsesión y a la locura."
-.JACK LONDON
Quería tocar aquellos finos cabellos que se escondían debajo la ushanka tan recurrente en el eslavo, besar esos labios que a primera vista lucían suaves y tibios era su más anhelado sueño, además cada día aumentaba el deseo de escuchar el tan aclamado "te amo" provenir de aquel country de acento exótico y ni que decir sobre yacer en sus brazos por horas, eso realmente sería la gloria para el mexicano.
Conocer al ruso fue su perdición; solo bastó aquel cruce de miradas para que el mexicano se sintiera atraído por aquellos ojos dominantes y cristalinos, aquello que empezó como un simple gusto terminó por convertirse en lo que el mexicano llama "amor", pero no es más que una gran obsesión incontrolable, Rusia divagaba por su mente día y noche; produciéndole desvelos, una sed insaciable de saber que era lo que el ruso hacía y sobre todo con quién estaba, las extrañas desapariciones de los más cercanos al euroasiático siempre tenían una explicación que muy pocos conocían; México.
Como ya era muy recurrente el hispano se encontraba revisando las redes sociales del eslavo, sonreía cuando encontraba fotos nuevas y maldecía cuando en ellas el eslavo se encontraba acompañado, era un juego constante de sonreír de amor o gruñir de rabia, nunca se sabía que esperar. Esa noche en especial había roto varios objetos de cerámica por el enojo que fluía como lava ardiente en sus venas, últimamente había notado a su Rusky muy cercano al alemán y eso lo enfadaba a tal grado que sus acciones se salían de control, si bien no podía matarlo enseguida por lo menos lograría que el desendiente de third reich no se volviera a acercar a su amado tricolor de ushanka por mucho tiempo.
— Eres mío Rusia ¿Cuándo lo vas a entender? —demandó tomando aquella fotografía mientras la pegaba de manera posesiva a su pecho.
Lentamente cerró los ojos imaginándose al ruso cerca de él, quizá estaba realmente loco o verdaderamente enamorado pues al abrir los ojos se encontró con el eslavo de pie frente a él, sin poderlo evitar soltó una risa nasal negando levemente ya que aquel suceso era realmente extraño, sin embargo, eso no le detuvo y sin detenerse a pensar lo tomó de la cintura con la diestra mientras entrelazaba su mano libre con la de Rusia; el tacto no se sentía pero imaginarlo era algo reconfortante y una manera para que el mexicano no perdiera la esperanza de algún día poder sentir de verdad al ruso, fuera de delirios, fuera de su imaginación. El de ushanka asentó su mano libre en el hombro del mexicano recibiendo de esta manera una sonrisa ante el acto. México lo admiró quizá por un par de minutos sin poder creérselo relamiéndose el labio inferior tras notar el sonrojo en el menor. Cuando por fin asimiló lo que pasaba comenzó a tararear una especie de vals gótico que poco a poco se fue convirtiendo en la música real y cuando esta se escuchó en toda la habitación el mexicano tomó la iniciativa y comenzó a moverse suavemente al compás de la melodía imaginaria, los movimientos eran seguros, las miradas expresaban lo que las palabras eran incapaces de hacer, el eslavo se veía hermoso como costumbre y lo era aún más cuando sonreía y se dejaba guiar por el mexicano quien con aquel porte tan varonil se movía con elegancia y gentileza, no era extraño imaginarse que si se tratara del verdadero Rusia este caería rendido a los pies del latino, México sonreía y acercaba de vez en cuando el cuerpo del ruso al suyo juntando de este modo sus frentes, sus miradas se fusionaban, el corazón del latino se desenfrenaba, era una danza hermosa bajo la tenue luz de la luna que se filtraba por la ventana, quizá solo era producto de su imaginación pero para él mexicano bastaba.
"Bailando con tu fantasma en las penumbras de la noche
bailando con tu fantasma creando conexiones
incorporó, intangible, con finas facciones
Bailando con tu fantasma, ¡oh que bellas emociones!"
recitó antes de que el eslavo desapareciera de su vista y tras dejarse caer boca arriba sobre su cama susurró seguro <<serás mío Rusia, ya lo veras>>.
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Y así termina un nuevo one-shot, espero de todo corazón que les haya gustado y si no fue así me encantaría saber que fue lo que no les agradó para ir mejorando, gracias por leer ❤️✨
