Estaba escuchando música y se me ocurrió este one-shot algo cliché XD, espero les guste, muchisimas gracias por motivarme a seguir escribiendo lindas personitas, l@s quiero💖✨.
Sentir que no pertenece a ningún sitio era el sentimiento más devastador que el mexicano había experimentado, la tristeza es una emoción ruin y descarada, un sentimiento capaz de destruirte lentamente con el dolor más agonizante en existencia. El mexicano no recordaba la última vez que su sonrisa fue autentica, últimamente lo único que deseaba era estar entre las protectoras cobijas de su cama y descargar todo lo que sentía abrazado de su almohada. No entendía por qué aceptó la oferta de asistir a la reunion de sus hermanos donde lo único que se encontraba haciendo era mirar desganado las gotas de lluvia caer a través de la ventana e intentar evitar todo cuestionamiento acerca de su estado de ánimo. Sin llamar demasiado la atención se puso de pie y caminó hacía la salida dispuesto a marcharse, en verdad no se sentía cómodo en aquel sitio.
Lo primero que sintió al salir fue el frio que provocaban la gotas al chocar con su rostro, un escalofrió lo recorrió y la soledad de la gélida noche lo abrazó haciendo que pequeñas lágrimas descendieran de sus hermosos ojos color caramelo, lentamente se sobó ambos brazos formando una especie de abrazo con el único fin de sentirse acompañado, pero no funcionó, el dolor aun permanecía vigente en su pecho. México aún en la misma posición caminó cabizbajo alejándose lentamente del lugar. El pitido fuerte proveniente de un automóvil y el brillo de las luces aumentando lo dejaron estático; tal vez ese habría sido su final de no ser por aquel country de ushanka quien a paso apresurado corrió hacia él y tomándolo de los hombros lo atrajo hacia sus brazos.
—¿Estás bien? —preguntó apartándolo algunos centímetros para poder observarlo. El mexicano cerró los ojos y negó frenéticamente antes de aferrarse fuertemente al cuerpo del eslavo quien lo recibió con una calidez sublime— ¿Qué pasa Méx?
—No pertenezco aquí, no soy suficiente para nadie, nisiquiera para mí —aquellas palabras dejaron al ruso perplejo, ¿México insuficiente? Debía ser una broma, el latino lo era todo para él, el aura alegre que envolvía al tricolor con emblema de águila no era más que la gloria; México fue su gracia salvadora, la razón por la que asistía a todas las reuniones y por la que de alguna forma se volvió más sociable. El repentino cambio del eslavo era gracias al mexicano que sin saberlo trajo un sin fin de cambios favorables a su vida, gracias a él Rusia habia recuperado la felicidad y vuelto a sonreír después de sufrir tantos años.
—Ahora me toca a mí —susurró el eslavo para si mismo mientras acariciaba protectoramente la espalda del hispano —Méx, mírame —el mensionado no tardó en acatar la orden encontrándose con la sonrisa más cálida y hermosa que en su vida tuvo la dicha de admirar, pudo sentir las húmedas manos del ruso colocándose sobre las suyas para seguidamente besar sus nudillos— eres más que suficiente, creeme cuando te digo que eres todo lo que cualquier persona cuerda querría en su vida, lo eres todo... Te lo demostraré
Dicho esto último, reforzó más su agarre y comenzó a correr seguido del mexicano quien se encontraba muy sorprendido, ¿A dónde lo llevaba el ruso? ¿Rusia al menos conocía las calles de CDMX? Eran muchas interrogantes, pero por alguna razón quería seguirlo, las palabras y el tacto de Rusia ahuyentaron a la soledad haciendo que por primera vez después de días algo en el latino quiera gritar de emoción, quizá se debía a la adrenalina de correr bajo la lluvia o tal vez al hermoso aura que envolvia al decendiente de la URSS, México desconocía la razón, pero si de algo estaba seguro era que el ruso lo volvía fuerte, más de lo que ya era.
Por fin el eslavo paró de correr quedando justo enfrente del Ángel de la independencia, el latino lo miró desconcertado cuando tras soltar su mano Rusia caminó hacía el centro del monumento. El de sangre azteca no pudo evitar llevarse las manos a la boca ante la sorpresa que la dulce acción ejecutada por el de Ushanka provocó;"¡México es más que suficiente, México es mi gracia salvadora!" gritó a todo pulmón y a continuación abrió los brazos en direccion al mexicano quien sin pensarlo corrió hacía su hermoso acompañante fundiéndolo en un fuerte abrazo — Se mi gracia salvadora Rusky —musitó antes de robarle un dulce beso bajo la lluvia uno que sin duda alguna fue bien recibido. Las pocas personas que pasaban por ahí cubiertas con paraguas chillaron de la ternura mientras que algunas aplaudian y les gritaban palabras de apoyo, esa escena era realmente hermosa de ver; México y Rusia juntos, eran vida.
