20

5.2K 745 321
                                    

Esta historia está terminada, sin embargo, ahora no pueden ver todos los capítulos ya que se encuentra en edición para su próxima publicación en físico, ACTUALIZO TODOS LOS DÍAS. Para mantenerte al tanto de las novedades sígueme en instagram, estoy como: edencarstairs.

9 años antes.

Un Jimin de catorce años estaba sentado en el duro colchón de su cama con sus rodillas pegadas al pecho y la vista fija en un punto vacío de la habitación. El día de hoy iban a recibir una visita de una de sus tías y por órdenes de su madre no podría salir de la habitación hasta que la mujer se fuera. Y aunque él quisiera verla, pero no podía protestar.

El día era frío gracias al entrante invierno y las gastadas prendas que vestía no le ayudaban de mucho, tenía un gran vacío en el estómago debido a la falta de alimento y se sentía mareado, no podía estar peor.

Con pasos temblorosos se levantó para caminar hasta el pequeño espejo junto a su escritorio, se miró a sí mismo como hace mucho no hacía y sintió pena.

¿Ese era el rostro de un niño de catorce años?

Tenía oscuras ojeras bajo sus ojos, sus mejillas regordetas seguían allí, pero su cuerpo estaba delgado, su cabello negro carecía de brillo al igual que sus ojos y se preguntó cómo sería si tuviese una vida diferente.

Pero Jimin estaba resignado a vivir aquella vida miserable, a estar siempre encerrado como si fuese un animal y a no tener derecho de nada.

Él aún mantenía la pequeña esperanza de que existiera gente buena, aún creía que todo podría mejorar para él algún día, aunque las esperanzas se desvanecieran cada día más.

En un momento escuchó pasos en la escalera y algunos murmullos que lo hicieron alarmarse.

—Está enfermo, Yunah. No querrás verlo. —La voz de su madre se oyó a través del pasillo y supo que estaba hablando de él.

—Es mi sobrino, Hyunah. Por supuesto que quiero verlo. No me importa esa "enfermedad" de la que hablas. —Los tacones de la mujer resonaron esta vez más cerca y seguidamente la puerta se abrió.

Una mujer de mediana edad, de tez blanca, con cierto parecido a su madre y cabello castaño apareció tras la puerta sosteniendo un par de bolsas, su madre le seguía con cautela desde atrás.

—Déjanos solos, por favor —habló la mujer en dirección a su madre y cerró la puerta haciendo que Jimin temblara en su lugar—. Jiminnie cariño, ¿no vas a saludar a tu tía Yunah?

Jimin quien se había quedado de pie en silencio se sonrojo tímidamente y se acercó a la mujer quién le envolvió en un abrazo que correspondió suavemente. Yunah olía a perfume y ropa limpia, sin duda no encajaba en aquel lugar.

Cuando se separaron la mujer acarició la mejilla del menor plantando un beso en su frente. Jimin no tenía mucho contacto con su tía, sin embargo, le agradaba, aunque no entendía como podía ser tan distinta a su madre.

La mujer se sentó en su cama con total confianza y Jimin se sorprendió un poco, era quizá la primera vez que alguien no lo miraba con asco y eso lo hacía sentir abrumado.

—Ven, siéntate conmigo, te traje regalos. —La mujer palmeó el lugar a su lado en la cama y Jimin se sentó observando las bolsas en sus manos con ojos brillantes.

La mujer sacó un par de gruesas sudaderas de una bolsa y pantalones de otra mostrándole cada una de las cosas a Jimin quien le miraba con una pequeña sonrisa. Él sabía que su tía trabajaba en el extranjero y solo venía muy de vez en cuando, sin embargo, nunca perdía la oportunidad de darle regalos como aquellos.

Poker Face. | Yoonmin. | +18 [PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora