08: « Lo mejor para ustedes »

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08: « Lo mejor para ustedes »

Justin, junto a su prometida, bajaron del auto, en la clínica de maternidad. Alissa tendría el último chequeo de su bebé antes de su nacimiento. Solo faltaba dos meses para la llegada del niño, y los padres primerizos se encontraban emocionados, comprando cosas para su primogénito.

—Sería muy gracioso que en vez de uno, nazca dos —comento Alissa contenta.

—Oh, entonces nuestro hogar estaría más lleno de amor —la beso dulcemente—. Quiero que Jaziel nazca, no puedo esperar a que la fecha llegue. Y podamos tenerlo en nuestros brazos.

Su prometida dibujo una gran sonrisa, y asintió. Ella también espera ese momento con ansias.

—Alissa Rioux —la decepcionaste la llamo—. La doctora la está esperando, pueden pasar.

Ambos jóvenes agradecieron, y caminaron hacia el consultorio doscientos ochenta, donde entraron saludando a la doctora la cual se hacía cargo de los chequeos de Alissa desde que se enteraron que serían padres.

—Qué bueno verlos nuevamente —los saludo con una sonrisa—. Por favor, Alissa, acuéstate.

Alissa hizo lo que le indico y una vez alzado su blusa, le hizo la ecografía. En la pantalla apareció el pequeño Jaziel. Tanto Justin como su prometida, sonrieron emocionados al volver a ver a su hijo, aunque fuera por medio de una pantalla. La alegría en sus corazones no se iba.

—Todo está bien con el niño —aviso la doctora, mientras hacia el chequeo—. Creo que se está chupando el dedo.

—La última vez que vine se movía más.

—Es que comiste chocolate, eso lo agito bastante.

Luego de unos veintidós minutos, Alissa pudo sentarse —con ayuda de Justin—. La doctora se giró hacia ellos.

—Como dije, todo está perfecto. Nacerá para finalizar el verano, así que deben estar preparándose para su nacimiento, a veces los bebés se adelantan.

—Sí, tenemos listas las maletas —comento Alissa.

—Perfecto, entonces les deseo mucho suerte con todo —la doctora se levantó, y saco la ecografía del bebé de la máquina—. Tengan, último recuerdo antes que nazca.

—Gracias, doctora —dijo Alissa contenta, mientras le estrechaba la mano—. Usted es la mejor.

Y sí que lo es, Justin había conseguido a unas de las doctoras de Chicago, se encontraba pagando una fortuna por las consultas, pero la verdad, no le importa. Él siempre le daba lo mejor a Alissa, y desde que se embarazo, daba el doble, sin importarle nada ni nadie.

—Vendremos aquí cuando tengamos a nuestro segundo bebé.

—No lo dudo —estrecho la mano de Justin—. Cuídense mucho —y se retiró de ahí.

Justin ayudo a su prometida, y salieron juntos del consultorio.

—¿Quieres ir a comer algo o vamos a descansar?

—La verdad, quiero un jugo de fresa.

Su prometido asintió, y ambos partieron hacia la jugaría más cercana de la clínica. Cuando estuvieron ahí, tomaron los asientos junto a la ventana, e hicieron sus pedidos.

En ese momento, el teléfono de Justin comenzó a vibrar. Él lo saco de su chaqueta y cuando vio quien era, lo silencio de inmediato.

—Cariño, voy al baño, ahora regreso —aviso Justin.

SecretoWhere stories live. Discover now