13: « ¡Te arrepentirás! »

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13: « ¡Te arrepentirás! »

Alissa despertó, sintiendo besos en su cuello, lo que provoco cosquilla. Y Justin no se detuvo, hasta que ella se quejó. Así que tuvo que soltarla. Pero la gran sonrisa en su rostro no desapareció.

Ama ver despertar a su prometida, como su cabello se encuentra despeinado, pero cae como una cascada por sus hombros y espalda, sus labios suavemente hinchados, y su rostro brillando con por la maternidad. Es tan hermosa, mi ángel, en su mente solo hay espacio para ella, la admira demasiado.

—¿No tienes trabajo?

—Sí, pero en la tarde.

Ambos nuevamente se acomodaron en la cama.

Justin cerró sus ojos al sentir como su prometida acaricia su cabeza, con amor. Se siente en una nube, en su propio mundo donde solo existe Alissa, el bebé y él.

—No te puedes volver a dormir, acabas de despertar.

—¿No quieres que descanse más? —hizo un puchero pequeño.

—Cariño, son casi las doce, hemos dormido lo suficiente —se rió ella—. Además, sabes que si sigues acostado, empezara a dolerte la cabeza.

Justin sonrió, sabe que su prometida está en lo correcto. Así que se levantó. Y Alissa lo siguió. Como todas las mañanas en la que están juntos, prepararon el desayuno, mientras la radio suena, dando un ambiente lleno de calma.

—Tengo un poco de nauseas. Solo tomaré agua, cariño.

—Esta bien. Pero quiero que te recuestes, ¿sí...?

En se momento, el timbre sonó repetidas veces. La pareja frunció el ceño, así que Alissa se levantó para abrir la puerta al escuchar tanta insistencia.

¿Quién molesta tanto...? Por un momento, en la mente de Justin, imagino que es Rose quien toca. Primero se negó a esa opción, pero la ansiedad pudo más, y salió corriendo a la puerta.

—Yo abriré, cariño.

Alissa se detuvo, y se regresó a la cocina.

La ansiedad y temor de Justin siguió lateando. Deseo con todas sus fuerzas que no fuera Rose quien toca. Su mente esta imaginando muchas cosas, en una de ellas: que su esposa en realidad no abordo el avión, y se ha enterado de su doble vida. El pánico se alzó más en el corazón de Justin. Todavía no está listo para confesar toda su mentira.

Abrió la puerta lentamente y...

—¡Al fin abres! —Zayn chillo—. Llevo llamándote desde hace media hora, ¡y no me contestas! El jefe nos esper... ¿por qué estás tan pálido?

Justin expulso el airé de sus pulmones, hasta que se sintió un poco mareado.

—¡Tierra llamando a Justin! —volvió a gritar Zayn—. ¡Oh Dios mío! ¡¿Alissa está en labor de parto?!

—No-o —murmuro apenas, y agito su cabeza—. ¿Qué ocurrió con el jefe...?

—El jefe nos llama porque el señor Robert llego temprano, así que nos necesita porque quiere ver cómo hemos avanzado con la campaña.

Ahora entiende porque la insistencia de su amigo. Él apago su teléfono anoche, por eso no recibió las llamadas de Zayn.

—Ve yendo, y diles que me encuentro algo ocupado. No les des detalles, yo se los daré.

—Bien, bien, pero apresúrate, amigo —asintió—. ¡Nos vemos, Alissa! —grito para que lo escuchara.

—¡Nos vemos, Zayn! —le respondió ella.

SecretoWhere stories live. Discover now