Secreto

16: « Nuestro bebé »

16: « Nuestro bebé »

Aunque Jaziel se encuentra dormido, Justin sigue hablándole, o más bien, tararea las palabras para que suenen como una canción. Alissa los observa, llena de amor —y cansancio—, pero no permite que sus ojos se cierren. Quiere grabar cada momento en su mente.

En ese momento, la enfermera a cargo del pequeño Bieber, ingresa.

—Buenos días, señores —saludo—. Disculpen la interrupción. Pero debo llevarme al niño para bañarlo.

—Oh, ¿es muy necesario? —pregunto su madre.

—Sí, señora.

Justin tuvo que entregar al bebé, mientras le dice a Alissa que todo estará bien. Y pronto volverían a tener a Jaziel.

La joven pareja se quedó sola. La habitación de Alissa se encuentra adornada de muchas flores, enviadas la mayoría por Justin, otra pequeña parte es por amistades y familiares. Así que naturalmente todo huele bien.

—¿Sigues agotada, mi amor? —se acercó, y beso su frente—. Pronto pasara.

—Lo sé. Quisiera dormir, pero Jaziel...

—Duerme unos minutos, todo estará bien.

—¿Seguro?

—Muy seguro —asintió—. Descansa, te despertare cuando nuestro bebé regrese.

Alissa soltó una pequeña risa al escucharlo. Lo ama tanto. Le hizo caso a su prometido, se acomodó en la cama y cerro sus ojos. No le costó nada intentar dormir, el parto la dejo sin energías.

Justin salió de la habitación cuando la vio completamente dormida. Ira a esperar a Zayn, quien se encuentra llegando a la clínica, llevando un regalo para Jaziel y Alissa. Se dirige hacia la sala de espera de maternidad, mientras va revisando su teléfono, desechando mensajes y respondiendo otros.

Ha bloqueado temporalmente a Rose.

Solo quiere concentrarse en su prometida e hijo, su cabeza solo está para pensar en ellos. Una sonrisa se volvió a dibujar en su rostro al recordar les entregaron al Jaziel, tan bonito y adorable. Para sus padres, es lo más maravilloso del mundo. La perfecta combinación de amor de Alissa y Justin.

Porque ese pequeño es la prueba de todo lo que siente Alissa y Justin por el uno al otro.

Alzo la cabeza cuando siente su hombro golpear a otra persona. Se aparta de inmediato, mientras hace una mueca de sorpresa.

—Lo siento, no fue mi intención, señorita.

—¿Señor Bieber? —la joven enarco las cejas—. Pero que bueno verlo por aquí.

—He, claro... ¡sí! Gracias, igualmente.

No quiere avergonzarse así mismo diciéndole a la mujer delante suyo que en realidad ni la recuerda, pero siente que ha visto su cara en algún momento de su vida, pero no logra saber dónde. Aunque lo intenta durante unos segundos, no lo logra, y se da por vencido. Así que decide fingir con una sonrisa, para no incomodar el momento. Que feo cuando te encuentras con alguien que ni sabes que existe, pensó.

Justo en ese momento, Zayn aparece con una cesta de tamaño medio, llena de objetos azules para bebés, y dulces.

—¡Hey, Justin! —el moreno se acercó con rapidez, y le dio un gran abrazo fraternal—. Felicidades, amigo, por la nueva —entonces fingió seriedad, con una mueca graciosa—. Ahora eres padre, pero igual te traje alcohol para celebrar un poco, he.