Secreto

09: « Rose Bieber »

09: « Rose Bieber »

Rose se encuentra mirando el retrato del día de su boda, todavía recuerda el día de su boda como si hubiera sido ayer, cuando en realidad, fue hace tres años. Para ella, fue el día más feliz de su vida, se había sentido como una princesa, cumpliendo el sueño de casarse con su príncipe azul.

Justin es su príncipe azul. Su único amor, su todo.

Y ahora, años después, se encuentran tan distanciados por el trabajo. Sim embargo, Rose sigue viviendo en su mundo de ilusiones, sabe que algo va mal, pero que tiene que arreglo y así pronto estará en los brazos de su esposo.

Dejo el retrato en su lugar, y pensó en el tiempo que su esposo estará en Chicago. Y ella se está quedando completamente sola, ni siquiera tiene una mascota para que la acompañe. O un hijo... cuanto se arrepentía de no haber concebido un bebé en su primer año de matrimonio.

—¿Y si voy a Chicago...? —se preguntó a sí misma.

Justin dijo que me extraña, pensó, con el corazón saltando. Podría pasar más tiempo con su esposo, aunque sea una semana, y la idea comenzó a gustarle. Pero está casi segura que su esposo se enojara, él prefiere que ella este en casa, y se participe a clubes. Rose quiere complacerlo haciendo eso, pero al mismo tiempo, desea estar pegada a su esposo.

Ella sabe la historia de su esposo, él no había recibido mucho afecto de pequeño o mejor dicho: toda su vida. Ella había intentado dárselo en exceso, durante los dos primeros años, él lo acepto. Pero luego de un tiempo, hace más de un año atrás, todo cambio por una extraña razón.

Pero se recordó así misma que su esposo no es una persona muy dependiente de alguien en forma amorosa, así que eso la hizo detenerse un poco en seguir dándole amor a Justin. Pero Rose también piensa que la forma en que él la trata, es una nueva forma que su esposo ha encontrado para expresar su amor hacia ella.

Rose no lo presiona, solo lo acepta.

Miro su celular y pensó en llamarlo, pero son las once de la noche. Seguro llego cansado al hotel, pensó, haciendo una mueca.

Pensó unos segundos más, y tomo la gran decisión: irá a Chicago, lo quiere sorprender en su trabajo e intentaría pasar más tiempo con él. ¡Sí! Es un buen plan, pensó con alegría. Tal vez estar lejos de Nueva York les podría hacer bien a ambos... o eso espera. Rose está segura que sería una segunda luna de miel, y con muchas esperanzas, deseo que al regresar a su hogar, un bebé estuviera pronto en camino.

Rose salió en el primer avión hacia Chicago. Durante su vuelo, solo pensó en su Justin, en cuanto se alegría al verla, pero también sabe que se enojara. La joven señora se encogió de hombros, tiene el plan de calmar el enojo de esposo con besos y abrazos.

—Ahí voy, mi amor.

Su vuelo no tardó en llegar a su destino. Se hospedo en un hotel donde su esposo suele ir, aunque no sabe en qué habitación se encuentra él, pero no tiene tiempo para preguntar ya que ella piensa que la noche la pasaran juntos, durmiendo otra vez en la misma cama.

Comenzó a prepararse durante una hora, su mente se concentra en ponerse hermosa para su esposo. Quiere que se quede sorprendido al verla.

Salió del hotel, y subió al taxi que la está esperando. Las calles de Chicago parecían ser igual que las de Nueva York, edificios altos y parques, además de estar lleno de muchas personas. Cuando el conductor se detuvo, pago, y ella bajo frente al gran edificio. Rose dibujo una sonrisa traviesa, y camino segura hacia la puerta. Fue directo a la recepción para que le brindaran información de su esposo.