Capítulo 36

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Si Adrien había aprendido algo durante los últimos años, era que había un tiempo limitado para que pudieran ocultarle algo a Alya Césaire

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Si Adrien había aprendido algo durante los últimos años, era que había un tiempo limitado para que pudieran ocultarle algo a Alya Césaire.

El hecho de que Sabine y Tom los hubieran visto a los pocos minutos de que el anillo estuviera en el dedo de Marinette había sido lo suficientemente inquietante por sí solo.

Pero ahora, tener a Alya básicamente enviando correos no deseados al teléfono de Marinette a cada hora pidiendo actualizaciones sobre el estado oficial de su relación fue un nuevo nivel de hostigamiento.

Marinette le había dicho a su mejor amiga que habían ido extraordinariamente a cenar con sus padres un lunes, y eso solo alimentó la curiosa avalancha de mensajes de Alya, alegrando a ambos de que Marinette hubiera salido de la escuela y se haya tomado el día libre.

Entonces, cuando la morena amenazó con desatar su ira a menos que vinieran a cenar ese martes por la noche, Adrien se rindió juguetonamente, pensando que no podría salir de esa.

Que tonto e ingenuo había sido.

En el momento en que cruzaron el umbral de Alya y Nino, quedó claro que habían entrado en la guarida del dragón.

Tan pronto como cruzaron la puerta, Alya los arrinconó a ambos en su cocina, mirándolos cuidadosamente. 

- Está bien ¿Qué está pasando aquí, muchachos? - preguntó, como solía hacerlo cuando entrevistaba a invitados secretos - Marinette, ¿por qué demonios estaba Adrien en tu habitación a las 5 a.m.? Y además de eso, ¿por qué ninguno de ustedes lo niega? -

De alguna manera, ni Adrien ni Marinette tuvieron que responder antes de que Alya se relajara visiblemente, sonriendo a sus amigos con una expresión cálida. 

- Entonces, ¿eso es todo? ¿Ustedes finalmente están juntos? -

Antes de que Marinette o Adrien pudieran responder, Nino vino a rescatarlos - No te preocupes os preocupéis por ella, ha estado esperando todo el día para sacaros respuestas. La cena está a punto pero luego, queremos detalles -

La cena resultó deliciosa y la charla entretenida.

- Entonces - dijo finalmente Nino, recostándose en su silla - ¿ustedes dos finalmente son algo? -

Adrien agitó su tenedor despreocupadamente, encogiéndose de hombros. 

- ¿Qué lo delató? ¿La mano inexistente o el contacto íntimo hombro con hombro? - bromeó

- Oye rubiales   - dijo Alya con una sonrisa juguetona - No te vuelvas descarado con nosotros. Ese es mi trabajo -

Adrien levantó las manos en señal de rendición, y Alya se rió, antes de continuar.

Llévame a casa (Bring me home)Where stories live. Discover now