Biblioteca: Parte 4

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Wen Ying había pasado los últimos días replanteando las decisiones que había tomado durante su vida. 

O al menos eso es lo que quería hacerse creer.

Si era sincero consigo mismo, era bastante tranquilo estudiar en la biblioteca de la secta Lan. Lan WangJi lo dejaba en paz leyendo, y se centraba en cualquier trabajo que su tío le había asignado.

Tal y como le había prometido a su hermano, evitó completamente la conversación con el otro alfa o cualquier persona que no fuese un Wen.

Y no hubiese sido complicado, si no fuera por los discípulos de otros clanes.

Siempre que caminaba por los senderos, dirigiéndose a sus clases, parecía salir de la nada un estudiante, y lo llamaba para que los acompañara en cualquier conversación en la que estuviesen.

Se le hacía muy extraño, ya que parecía que solo lo llamaban a él, mientras que evitaban a los demás miembros de su clan como la plaga.

Por suerte ninguno de sus hermanos se habían enterado de este hecho, ya que los demás jóvenes apenas veían a cualquiera de los príncipes alfas salían corriendo del lugar. (En el caso de los discípulos Lan, solo se alejaban lo más rápido que podían, para no romper ninguna de sus preciadas reglas)

Al menos el segundo maestro Lan había evitado dirigirle la palabra y hacer las cosas más difíciles para él.

Solo habían momentos específicos, donde el alfa al menos lo miraba, y era siempre que Wen Ying se ponía demasiado nervioso y empezaba a hacer ruido, jugando con los papeles, o con el propio pincel.

Una vez había estado varios minutos golpeando el pincel contra la mesa, haciendo sonar un ruido sordo constantemente, y Lan WangJi le tuvo que decir que "hacer ruido está prohibido".

Con esos pocos y rápidos momentos en donde la atención del mayor se centraba en él, podía sentir una especie de felicidad surgir dentro suyo, confundiéndolo.

-¿Por qué me hace feliz llamar su atención, si es todo lo contrario de lo que me pidió Xu-gege?

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Habían pasado dos semanas desde que empezaron sus clases, y si bien al comienzo hacía esos ruidos inconscientemente, había comenzado a hacerlos solo para llamar la atención del otro hombre.

Parecía que aquellos pequeños golpes de su pincel, o el sonido de las hojas al moverse empezaban a molestar a Lan WangJi cada vez más.

Sabía que quizá estaba poniéndose más en peligro, pero algo dentro suyo no podía parar de molestar al segundo maestro Lan.

-Segundo maestro Lan.-Dijo mirando al hombre, sonriendo, mientras jugaba con el pincel en su mano.-¿Podrías ayudarme con este texto? Hay una parte que no entiendo...

Lan WangJi solo desvió la mirada, ignorando todo lo que decía, causando que Wen Ying hiciera un puchero.

-Por favor, Lan WangJi, realmente necesito su ayuda.

El alfa se le quedó mirando durante un par de minutos, y antes de que Wen Ying volviera a hablarle, sintió como no podía abrir sus labios.

-¿Pero qué...?- El omega se llevó la mano a la boca, y por más que intentó no podía abrirla. Empezó a aterrarse de este extraño hecho, olvidando que podía respirar por la nariz, cuando escuchó la voz del alfa.

-Prohibido hablar durante las clases. Te impuse el hechizo del silencio.

El omega se paró inmediatamente mientras lo miraba enojado, e intentaba abrir la boca para gritarle que lo quitara. El discípulo Lan al ver esto volvió a hablar.

ROYALTYWhere stories live. Discover now